Lo gratis, el intrusismo, el compartir y la piratería
Está estos días muy caliente el asunto de "los becarios" (stagiers, bonito palabro), la rentabilidad de las empresas... al hilo de una noticia publicada en El Confidencial sobre los aprendices en restaurantes punteros. Claro que no solo es cuestión de restaurantes Michelín (por cierto, cierra tras 18 años el Etxanobe de Bilbao). Por ejemplo, Jordi Martí, aka @xarxatic, ha llevado el tema al mundo educativo en una entrada en su blog, Se busca becario a coste cero para dar clase.
Pero no me voy a referir a este tema, al menos de modo directo. Pero sí a otra a la que con frecuencia le doy vueltas (por lo menos, desde 2008 por aquí): a la problemática que se puede dar cuando se unen intereses comunes y distintos (cuando no contrapuestos), o la cuestión de la voluntad o el gratis frente al monetizar, (menudo palabro), el aficionado (o voluntario) y el profesional. Ello puede suceder tanto en presencial (con esas dualidades tipo presidente comunidad vecinos-administrador; director técnico/entrenador de equipo deportivo no de élite-directivo por amor al deporte, o docente jubilado-docente en activo, como leí via Jordi) como en entornos de la Red (pongamos por caso, blogger amateur vs influencer) o donde se unen los dos ámbitos, yo colaboro gratis-tú vives de ello (con consecuencias incluso para el del gratis) Con metáfora del ámbito deportivo, suelo hablar de "jugar en distintas ligas". O, volviendo a términos usados por Jordi, altruismo e intrusismo. O que si no te cobran tú eres el producto, y te voy cambiando las condiciones (ando mosqueado con Academia.edu pero ya lo viví)
La idea, aunque como te digo es recurrente, me volvió en esta ocasión con una entrada de Bego Beristain en su blog: La pena del gratis. Este fue mi comentario (sí, soy de los que todavía comentan en los blogs):
Por cierto, imagen de Pixabay, dominio público. |
La idea, aunque como te digo es recurrente, me volvió en esta ocasión con una entrada de Bego Beristain en su blog: La pena del gratis. Este fue mi comentario (sí, soy de los que todavía comentan en los blogs):
Admitiendo el problema que supone la piratería a distintos niveles, a mi juicio chocamos también con otra realidad, e incluso problema, Bego. Utilizo para ello un verbo que aparece en tu post: compartir. ¿Por qué compartir gratis (no sé si “et amore”) en la Red, materiales, conocimiento y experiencia por ejemplo? ¿Por un simple “do ut des”? ¿Por qué compartir con licencias Creative Commons o directamente copyleft? ¿Hay que ir a “monetizar” todas las actividades que hagamos?
También hubo un intercambio tuitero al respecto.
@begoberistain Otro problema se produce entonces cuando coinciden en tareas y entornos similares "gentes q juegan en distintas ligas" (= intereses)— Iñaki Murua (@imurua) April 27, 2017
Claro; una cosa es la piratería, el plagio (que me acaba de pasar, aunque no sé si con quien piratea a un pirata o plagia a un plagiador sucede como con quien roba a un ladrón), quien coge fotos con licencia CC y la utiliza para un trabajo remunerado sin decir nada (como también me pasó) y otra compartir (que incluso luego puede implicar que a más largo plazo apoyes en forma de crowdfunding, llegado el caso.)
Total, que además de para pensar, me ha valido para comprobar que quid pro quo no se utiliza bien (debe usarse do ut des). Y para repasar un poco lo que he venido escribiendo en estos casi, ya, 10 años. Y estoy (razonablemente) satisfecho de mi coherencia y trayectoria.
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