¿Reinventando la rueda con los podcasts?

Leo a Antoni Gutiérrez Rubí en su blog que los podcasts son el futuro de la comunicación y de la política. Pero, analizando un poco los argumentos que da, no puedo dejar de acordarme de mis tiempos de licenciatura en la UNED (tengo unas cuantas entradas con la etiqueta UNED por aquí, como bien supondrás y recordarás). 

Tiempos un poco viejunos, porque, como ya he comentado alguna vez, aunque acabé con campus virtuales y plataformas, incluso defendiendo el uso del chat en CiberUNED (así era entonces) en cierto encuentro, recuerdo que en mis inicios usábamos los famosos "cuadernillos", escritos a mano, que se entregaban para su corrección. Incluso el uso del correo postal. Para que te hagas una idea, también recuerdo que un profesor, moderno él para la época y en cierta forma gurú de las TIC, que ponía una dirección de correo electrónico en la Guía del curso (que venía en papel, claro), pero que no tenía tiempo de contestar... como me dijo la primera vez que lo vi en modo presencial.

Marc Zimmermann en English language Wikipedia (con licencia CC)

Vuelvo a los tiempos viejunos con los podcasts... o sus abuelos. Funcionaba UNED en la radio, pero solo en ese medio, a unas horas determinadas para cada asignatura (noticia de 1979 en El País, como ejemplo), no como ahora. Así que tenías varias opciones si te interesaba escuchar algo: oírlo en directo (ay, la sincronía tan problemática como siempre), grabártelo o procurar que te lo grabasen o coger en préstamo la cinta de casete correspondiente en la biblioteca de tu centro asociado. En estos dos últimos casos, te lo oías luego, en el coche, en tu casa... o en un walkman. Walkman, que ni siquiera discman.

Reconozco que utilicé el sistema para aprender; había programas realmente buenos. De modo que tampoco lo de los podcasts en cuanto a concepto me resulte tan novedoso. Como (casi) siempre con las tecnologías, cuestión de actitudes.