Dime qué tuiteas...

Estaba pasando de las notas a una entrada en mi otro blog, Ikasle eta irakasle, y me di cuenta de que bastante de lo que iba a contar ya lo había escrito por aquí.

El punto de partida era una respuesta a un tuit que escribí en el perfil "oficial" que gestiono. Empecé a mirar quién era el tuitero o tuitera. No daba datos personales, pero su timeline sí que da bastante información (tal vez más de la que le gustaría, no sé). Recordé que en una de las últimas novelas que he leído, El ángulo de la muerte, de Aro Sáinz de la Maza , en la que se examina la cuenta de Twitter de una persona asesinada para intuir cómo era y qué pensaba. Twitter tiene su etiqueta aquí, por cierto.

Asimismo recordé lo de la extimidad (la entrada Twitter, extimidad e intimidad es de diciembre de 2011, por ejemplo) y el rastro de caracol que vamos dejando (cité y referencié una presentación de Loretahur, además de algún texto de Toni Solano en una charla, allá por 2013: Con nuestros hijos e hijas en Internet).

Y es que sobre lo de actualizar refranes, hace tiempo se lo leí a Hernán Casciari, y te lo conté por aquí ya en 2007, y lo he ido repitiendo (2010, 2016...). Incluso lo he ido diciendo en charlas. Así que podríamos decir que 

"dime qué tuiteas y te diré cómo eres".


 

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