Mirarte a los ojos, María José Hernández

Si estuviese mañana en Madrid tendría un serio problema para poder elegir entre las actuaciones de dos cantantes que me gustan mucho, y que ya han aparecido por este txoko, puesto que ambas actúan con una pequeña diferencia de tiempo en la capital si bien en distintos entornos y formatos, pero me temo que serían difícilmente compatibles.

Por un lado, Elena Iturrieta, ELE, en el Teatro Circo Price en el fin de su gira What Night Hides dentro del evento Inverfest, ésa gira que la trajo por primera vez al País Vasco y que tan buen sabor de boca me dejó. Una Elena que cada vez vuela más alto y con mayor presencia mediática, como te auguré.

Por el otro, María José Hernández, a quien también he visto en directo y quien ha aparecido por aquí más de una vez (y de dos).  Esto es lo que he leído en su  muro de Facebook
Confieso que soy más de distancias cortas, de cantar en lugares pequeños en los que el público casi puede sentir tu respiración y tu puedes mirarles a los ojos. Este sábado 25 de enero estaré en Madrid en LA FÍDULA, uno de esos lugares especiales a los que una siempre quiere volver. Será un concierto de esos de "más cerca imposible" pero no será uno más, porque cuento con la complicidad y genialidad de Manu Clavijo para revisitar algunas de mis canciones y vestirlas de nuevos colores. Promete ser una noche especial. No os la perdáis. Es a las 22,00h y la entrada es libre (Pay after, eso sí...)
Me ha encantado el vídeo con la canción que ha puesto acompañando a ese texto, y desde luego resulta una propuesta atrayente en el Barrio de las Letras madrileño. Te dejo con un tema que prometió que presentaría por este entorno, pero no se concretó la colaboración; sin embargo, es posible que mañana la interprete... por aquello del mirar a los ojos que señalaba.


Me gusta mirarte a los ojos,
perderme en el fondo del mar, 
hundirme o flotar a mi antojo, 
pensar que esto puede pasar. 

No existe el amor a medida, 
solo existe la casualidad. 
Dejemos que el tiempo decida. 
Dejémosle hablar al azar. 

Para ver si al final 
me concedes un vals 
que me lleve y me libre 
del bien y del mal, 
mientras giro, te miro 
y no pierdo el compás 
aunque el tiempo se quiera parar. 

Me gusta mirarte a los ojos, 
rendirme a la velocidad, 
saltarme los discos en rojo, 
burlarme de la realidad. 

No busco un amor encendido 
aunque seas mi debilidad. 
Si acaso, el acoso y derribo 
del peso de la soledad. 

Para ver si es verdad 
que todo viene y se va 
en el ciclo infinito 
de un beso fugaz… 
que me lleve en volandas 
hacia nunca jamás
donde no dejaré de bailar.

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