Milanés, Haydée y Pablo. Para vivir

No tenía localizada a Haydée Milanés, hasta que el otro día encontré así como por casualidad un vídeo en el que canta una canción de Pablo Milanés a dúo con Julieta Venegas.

Claro. Haydée es hija de Pablo. Supongo que este hecho debe marcar, aunque no sé si ser "hija de" en estos casos, además de para comparaciones, sirve para que te abran puertas a largo plazo, o, por el contrario, tras lo que puede ser una rápida apertura exige más si cabe.

De todos modos, tal y como puedes escuchar en este vídeo a padre e hija, Haydée ha tratado de encontrarse, de ser ella misma, más allá del amor y la admiración musical por su padre; en Wikipedia se recogen distintos comentarios elogiosos sobre ella. Así, cuando ha tenido un estilo definido, se ha atrevido a interpretar y grabar algunos de los temas de su padre, acompañada por él; la selección de temas y los arreglos, por el contrario, han sido cosa de la hija. El trabajo,  publicado en 2017 y que puede ser considerado una especie de homenaje, se ha llamado Amor (Haydée Milanés a dúo con Pablo Milanés). 

Han sido las voces las protagonistas principales en el disco, así como la guitarra, la compañera de Pablo para componer esas canciones, algunas de las cuales, para qué negarlo, forman parte de la banda sonora de mi vida (de cuando me compraba casettes, por ejemplo). Como te conté hace tiempo, recuerdo que hace muuuuuchos años, asistí a un concierto en la Casilla de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez, tal vez el primero al que iba por mi cuenta, si bien esta vez he hecho pira al Euskalduna en la última visita del cubano.

Podía haber elegido alguna otra canción del trabajo, porque hay unas cuantas que me encantan. Pero voy a una que calificó en su día Luis Eduardo Aute como una de las tres canciones de amor más bonitas que se han escrito: "Para vivir" (y que tiene hasta entrada propia en Wikipedia).


Muchas veces te dije que antes de hacerlo 
había que pensarlo muy bien, 
que a esta unión de nosotros 
le hacía falta carne y deseo también, 

Que no bastaba que me entendieras 
y que murieras por mí, 
que no bastaba que en mi fracaso 
yo me refugiara en ti, 

Y ahora ves lo que pasó 
al fin nació, al pasar de los años, 
el tremendo cansancio que provoco ya en ti, 
y aunque es penoso lo tienes que decir. 

Por mi parte esperaba 
que un día el tiempo se hiciera cargo del fin, 
si así no hubiera sido 
yo habría seguido jugando a hacerte feliz, 

Y aunque el llanto es amargo piensa en los años 
que tienes para vivir, 
que mi dolor no es menos y lo peor 
es que ya no puedo sentir. 

Y ahora tratar de conquistar 
con vano afán este tiempo perdido 
que nos deja vencidos sin poder conocer 
eso que llaman amor, 
para vivir. 
Para vivir.

Comentarios