Llorente y Nadia Álvarez, Para no volverte a ver

Volvemos a ver y escuchar por aquí a Oscar Llorente; esta vez en un dueto con una cantante que vuelve a asomarse a este txoko: la leonesa Nadia Álvarez. Visto el número de duetos que anda haciendo, tendré que apuntarme a la cola a ver cuando hacemos uno. Por cierto: hoy actúa Nadia en Aranda, y mañana tienes oportunidad de escuchar a ambos en directo, dado que Óscar y Nadia actúan juntos en Valencia

En Muzikalia escribieron de la canción que hoy te traigo, (y que forma parte de Gente corriente, el primer álbum del cántabro afincado en Zaragoza), que es una "una joya pop muy de su estilo". Algo en lo que coincide Llorente, que nos ha dicho que
"Para no volverte a ver" es quizá la canción con toques más pop de "Gente corriente". En cierto modo es contradictoria ya que combina una melodía alegre con una letra bastante dura (algo que siempre me atrajo de la canción "Tu tristeza" de Enrique Urquijo). La versión grabada con Nadia Álvarez, despojada de arreglos y a menor velocidad, transmite muy bien la esencia de la canción. Mezclar voces con Nadia crea una atmósfera íntima y a la vez muy dinámica que hace que la canción camine sola con mucha naturalidad. Ah, un secreto: sólo necesitamos una toma para grabarla.
Por su parte, esto nos ha contado Nadia:
Lo tengo comprobado, detrás de la dureza del carácter norteño sedimenta el lado más natural y sensible de la persona. Llorente lo muestra en sus canciones y lo explica con sus letras. Y yo que vuelo bajo, lo he visto de cerca. "Para no volverte a ver" es una canción más que sincera y Llorente una caja de sorpresas.

Calado hasta los huesos,
herido pero no de muerte,
Alicia en el espejo
sin que nadie la despierte.
No hay orden ni concierto,
es tarde para conservar la fe, 
prefiero el riesgo 
de mirarte desde lejos 
para no volverte a ver. 
Gusanos en la cafetera
y tablas en el ajedrez, 
dos noches en la carretera
para no volverte a ver,
para no volverte a ver.
Los tiempos de la guerra
pasaron pero muy despacio,
tapamos las goteras
con la palma de las manos. 
No hay norte sin estrella
perdido por ciudades de papel,
contra las cuerdas
he bajado la cabeza
para no volverte a ver.
No queda nada en la nevera,
el vino de la última vez,
me marcho con las botas puestas
para no volverte a ver. 
Es imposible que guardemos esta canción 
el estribillo quema
 y los críos no se acuerdan,
ya no sé si hay camino de vuelta
lo enterré 
para no volverte a ver
para no volverte a ver 
para no volverte a ver.

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