Hotel Rural Suquin, ye natural

Me suele gustar planificar mis viajes, al menos, saber dónde voy a dormir cuando viajo por mi cuenta. Me parece que el tiempo que empleo en buscar los posibles hoteles, por Internet normalmente, lo gano en dudas y búsquedas posteriores sobre el terreno. Cierto es que no todos los comentarios en los sitios web, como las fotos publicadas, son del todo fiables, pero, por lo general, las pistas que obtengo suelen ser bastante buenas. Una de las fuentes de las que me valgo es booking, tanto para hacer reservas como para tener información.

Así, en la semanita larga que he pasado por Asturias uno de los hoteles que elegí así fue el Hotel Rural Suquín. Y en este caso, el acierto ha sido total, y no solo por la estancia: Alberto, el dueño, ha sido responsable de algunos cambios respecto a lo previsto... y para bien. Qué digo bien, para mejor.

Foto tomada de Flickr con copyright, pero seguro que no les importa ;-)

La entrada fue sorprendente y agradable. Nada de enseñar mi DNI según llegas a recepción o de tomarte nota de una tarjeta de crédito por si acaso de primeras... Un apretón de manos, de los de verdad, según cruzamos la entrada. "Hola, soy Alberto". Primer paso para encontrarte a gusto.

Después, de sorpresa en sorpresa. Como el uso de las tecnologías, y no solo facebook, twitter, you tube o sitio web, sino también para enseñarnos posibles paseos : búsquedas en wikiloc, rutas que tiene realizadas él y subidas a google earth, fotos subidas a flickr... Las recomendaciones para comer y tomar algo, las charlas pausadas sobre esto y aquello, el desayuno, la tremenda anécdota de la cucharada de pimentón para solucionar una pérdida de aceite en el motor de una furgoneta...
Vamos, que cuando quise sacarle alguna pega, como con la mermelada (industrial) en el desayuno... el problema es que todavía no tenía los nectarinos suficientemente maduros como para haber preparado el dulce casero correspondiente, jaja (además dice que está para chuparse los dedos)

Y tan a gusto estaba, como en casa, que por poco me llevo la llave de la habitación y la de la puerta en el bolsillo. Claro, que no he sido la primera persona a la que ha sucedido. ¿Será natural tras pasar por aquí? Ah, su despedida fue un "ondo ibili", que podremos cambiar por  "ikusi arte" (hasta la vista) o un "laster arte" (hasta pronto)

Vídeo en you tube.

Comentarios

  1. Aupa Iñaki,

    Esperando el nombre del sitio aquel que servían bonito y no tenían cubitera, aunque seguro que se te ocurre algún otro garito.

    Salu2

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  2. Fuimos allí por recomendación de Alberto: se llama Chicote y está en Puerto de Vega, al final del muelle. Bonito a la plancha, gambas, pulpo y queso es su oferta.
    Post en el horno sobre otros lugares donde comer que he visitado estos días.

    Ah, ongi etorri!

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