Cuestiones (de economía) que no entiendo

Se suele comentar que lo del doctorado implica saber mucho de un pequeñísimo campo. Algo así debe pasar, al menos en mi caso; ya me dicen en casa que hay cuestiones básicas de las que no me acabo de enterar. Y no solo se trata de un año de perplejidad como escribía a fin de 2021 Juan Tortosa, o de dos de pandemia. Porque no sé si la economía es uno de esos aspectos que podríamos considerar básicos, pero lo cierto es que, economía doméstica o básica al margen, me pierdo.

Algo que ya ni intendo entender es el funcionamiento de la Bolsa, más allá que, siguiendo ese (infalible) método de la abuela, si alguien gana alguien tendrá que perder. Siempre pensaba que me quedaba muy lejos ese mundo, que no tengo acciones (alguna testimonial y de casualidad) y resulta que te advierten que, por ejemplo, la evolución de los fondos (de pensiones) y EPSV de marras o los cuatro euros que tienes ahorrados tienen que ver con esa marcha macroeconómica.

 

Otra cosa que no entiendo: el índice de precios al consumo sube y se recomienda que los sueldos no suban mucho para que no se dispare. Vamos a ver: si los precios suben y los salarios no ¿quién está ganando? Tal vez, algún intermediario, como los del negocio frutero (que tampoco la reflexión es nueva).

Lo del precio de la electricidad o la gasolina... ahí ya ni lo intento. ¿Y qué me dices de los tests de antígenos? Es que esto de la oferta y la demanda; algún comentario he oído en el que se refieren a la influencia de los intermediarios ¿O será que sí es posible marcar límites de precios, que querer es poder?
 

Vamos, que me entero vía Julen Iturbe, que existen herramientas para el control dinámico de precios (vale, tampoco me sorprende). Así que me acuerdo de aquella canción de Juan Luis Guerra, de que el costo de la vida sube otra vez; el euro no es el peso, pero camino lleva.