Tu mano izquierda y tu mano derecha

Pues nada; ni en estos tiempos de confinamiento y teletrabajo saca uno tiempo para actualizar mucho el blogsito. Por otra parte, no tenía intención de escribir sobre estos tiempo, pero al final... No sé, tal vez será que lo mismo que la cabra tira al monte,  el bloguero no se resiste a teclear en entrada en blanco (Nota mental: apuntar para actualización de refranes).

También me llegan múltiples mensajes de todo tipo por tierra, mar y aire (cómo no en estos tiempos de infoxicación). Qué no decir de los grupos de WhatsApp (aunque los silencies); incluso mensajes de contactos varios con quienes tampoco tienes tanta relación. Hace unos días, precisamente, discutía con uno de ésos, a cuenta de esas "bondadosas" donaciones, que con tanto afán me defendía él tras mandarme el mensaje viral en cuestión.

Así que el otro día Dani Álvarez desde su Boulevard (creo que en realidad desde su casa teletrabajando) me lo puso casi a huevo (como decían que lo hacían con aquel rey) con una pregunta / reflexión, que llevé a mi perfil de Twitter a modo de encuesta. Además, que Dani se hiciera eco en ese entorno tuitero ha hecho que la muestra (casual, claro) haya sido mayor, aunque no pretendo que los resultados sean para publicación en revista de impacto. Tal vez influye, y desde luego las respuestas que he leído lo indican, tu TL o quienes te rodean. Vamos allá con la encuesta y los resultados.

Interesante cuestión la que plantea @DaniAlvarezEiTB en @Boulevardeitb
Esas donaciones publicitadas de personas acaudaladas, grandes empresas...

— Iñaki Murua (@imurua) March 25, 2020

En definitiva; coincido con esa opinión mayoritaria en la encuesta. Probablemente influya la tradición cristiana, con aquello de que no vea tu mano derecha lo que hace tu izquierda (en temas de limosna en origen) Ni te cuento ya si quien da elude impuestos o hace ingeniería fiscal, funciona con caja B o en negro... Es más: siempre he pensado que algo no funciona cuando hay que tapar mediante la donación y la caridad agujeros en, pongamos por caso, investigación científica sobre enfermedades.  

Y, mientras tanto, me sigo acordando de esos otros buitres especulando y haciendo negocio en tiempos de alarma, no solo de los delincuentes (que ya me dirás eso de los vaivenes de la Bolsa cómo funciona); y me viene a la cabeza esa canción de "eso es de un intermediario en el negocio frutero" (la Polka frutera de Los Sabandeños). Igual toca inventarse otra letra, con otros contextos, que parece ser otra costumbre de moda en estos tiempos tormentosos (lo de la letra; lo otro, sin duda y siempre).

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