Rövid látogatás Budapestre

Uniré dos costumbres, casi tradiciones, en esta entrada. Y es que además de los viajes en familia a Europa, incluyendo época navideña si se tercia, viene hacer un post con algunas cosillas de las que me han llamado la atención, alguna fotografía, y, como no, las propinas digitales de turno (que con la lingua franca, igual hay que traducirlas ya por digital tips también).


Budapest me ha gustado. Grandes calles y avenidas con edificios señoriales, que, a decir de Damián, el guía de White Umbrella, serían de estilo ecléctico en su mayoría (no creo que los arquitectos fueran azaristas y lo dejaran todo al albur) en la zona de Pest, grandiosas edificaciones en la colina de Buda, puentes sobre el Danubio que unen Buda y Pest, zonas con vida y ambiente como el barrio judío, vinos húngaros... 

Algún constraste que puede llamar la atención: estatua de Reagan (Ronald)  que sí se ilumina en una plaza en la que hay un gran monumento que no se ilumina a los soldados del ejército rojo además de la propia embajada norteamericana, monumento oficial al holocausto con "contramonumento" de los propios judíos, bandera del País Székely en la fachada oficial del parlamento, el parque Memento donde están recogidas las estatuas de la época comunista retiradas...


Un poco frío, o, mejor dicho, baja sensación térmica aunque luciese el sol. No sé si tendrá que ver el Danubio. Muchos gorros, bufandas... aunque hay quien no puede dejar de resistirse a la moda y lleva pantalones con los consabidos y estratégicos rotos.

Curioso que los edificios que comento en Pest tengan un tamaño similar... y es que no pueden superar los 96 metros de la cúpula del Parlamento y de la torre de la Iglesia de San Esteban. En cuanto a los edificios de viviendas, no tan monumentales, en muchos casos parece que les hace falta a nivel de portal al menos, una puesta a punto.

Salvo alguna excepción, en restaurantes pequeños o así, se puede pagar con tarjeta (incluso en bares de ruinas). En algún caso incluso admiten euros, aunque conviene andarse con cuidado con la picaresca. He llegado a ver el cambio del euro a 300, 250, 200 florines húngaros o forintos.

Otro caso, no tan de picaresca tal vez, pero que puede llegar a sorprender si no nos fijamos, es el hecho de que hay establecimientos que cobran un porcentaje (10/12% por servicio), propinas aparte. Ah, que incluso pagando una consumición en un bar con tarjeta vi que había propuesta de propina por defecto.

No demasiada presencia policial pese al turismo (bueno, la embajada americana y la turca, bastante protegidas) y los que se veían no llevaban (a la vista al menos) armas largas. Unas picas en el metro parecían abuelitas sí... pero sacaron del vagón a unas cuantas chicas, supongo que por problemas con los billetes, porque no hay (o no vi) puertas cancelas para entrar, sino solo máquinas para picar.

Tocarle la barriga dicen que adelgaza :-D

¿La lengua? Buff, complicada. Si bien es cierto que está muy extendido el uso del inglés, y, como suele ser habitual, es más sencillo comprender a quienes no lo tienen como primera lengua (iba a poner L1 directamente) y además quieren que comprendas. Y siempre te queda el traductor de Google, claro.

Transporte público por autobús del aeropuerto a la ciudad, muy bien. Dentro de la ciudad, autobuses, tranvías, trolebuses, trenes... incluso barcos y funicular. Me ha parecido una ciudad amable para poder pasear e ir a pie a muchos de los sitios, aunque claro, con el turismo hay bastantes ofertas de visitas, tours y demás; además, deberás valorar si te merece la pena la tarjeta Budapest Card.

Las termas... pues hay unas cuantas para elegir, y es algo que parece que también es obligado en la capital magiar. Optamos por las Schezenyi: muy bien la exterior, pese a haber bastante gente y eso que hacía frío; sin más las instalaciones interiores a mi parecer (nos dimos una rápida pasadita y sin utilizar apenas los servicios).


En cuanto a restaurantes, hemos visto que es necesario reservar si no queremos llevarnos sorpresas. Y no siempre es fácil en el establecimiento elegido. Ojo al grifo del agua en los baños... que suele haber agua, caliente, incluso muy caliente, y no siempre avisan.

Decoración en 9Bar

En cuanto a los mercados, hay otras posibilidades ademas del Mercado Central, también para poder comer. Pero ojo con el horario, que para cenas en el Central como que no es factible.

Algunas propinas digitales:
  • Dentro de los cafés y similares, buenos desayunos en Artizan (ricos panes) y 9Bar (me encantó la decoración, especialmente la del baño).
  • Comida tradicional (y carta en español, más o menos) en Paprika.
  • Hamburguesas y carnes al pie de la colina de Buda en Meat Boutique
  • Pollo (y alguna cosita más) en Fuego, además de que hablan español. Y puedes tomarte algo luego enfrente, en Illegal.
  • Pasta rica en PastaBella (de los que no tienen tarjetas).
  • Para tomarte un vino, y algo más si se tercia: Veritas Winebar, Barka.
  • Szimpla Kert, como bar de ruina; de hecho, tal vez el más famoso. Pero que no te despiste la apariencia, que están bastante organizados (con cacheo incluso a la entrada, personas con pinganillos dentro...).
Alguno que me quedó por visitar, pero parece que están bien: Ruben Etterem, Hungarikum Bistro, Blue Rose...


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