Yo no creo ser tan tonto
No soy mucho de opinar en caliente en la Red sobre la actualidad, pero las declaraciones que leí el lunes del actual presidente del Partido Popular, Pablo Casado, sobre algunas de sus cuestiones con el máster consiguieron sacarme de mis casillas. Quizá el tuit que escribí fue un poco críptico.
Aclaro que yo fui del plan antiguo de doctorado, y no me convalidaron ninguna materia en los cursos previos al DEA. Vamos, no estoy entre la mucha gente que Casado dice conocer#mosqueado https://t.co/TlJ3tGMOhZ— Iñaki Murua (@imurua) August 6, 2018
De modo que, así como por alusiones, voy a extenderme un poco en mi txoko tras mencionar él los cursos de doctorado previos a Bolonia y las muchas personas que conoce a quienes se les convalidaron ese tipo de cursos.
En primer lugar, estoy de acuerdo con lo manifestado por Javier Abasolo. Yo, por lo menos, no entiendo que se convaliden asignaturas de un proceso formativo de postgrado con asignaturas cursadas anteriormente en mismo grado (o licenciatura). Parece que algo falla entonces en el diseño formativo de una etapa o la otra, pero no es muy comprensible que sean equivalentes.
En ese mismo tuit se refiere Javier a algo que también es recurrente: "la cultura del esfuerzo". Yo no sé hasta qué punto "participo" de la misma (o más en concreto, hasta qué punto coincido con algunas de las ideas que subyacen cuando se habla de aquélla), pero tengo muy claro que mi camino al doctorado me supuso un (gran) esfuerzo, del que pueden darte una idea las metáforas de las que suelo hablar), y no solo esfuerzo económico; es más, incluso, no solo esfuerzo para mí, sino también a las personas de mi entorno más cercano. Te pongo un pequeño ejemplo de lo del "esfuerzo": un día, en la última etapa, me preguntó mi hijo por qué madrugaba más los fines de semana que los días laborables.
En esa línea de lo que supone trabajar y esforzarse, y aunque tal vez fuese un camino más largo de lo habitual y a una edad no tan común, sí hice todos y cada uno de mis cursos de doctorado, antes del trabajo y defensa para obtener el DEA (Diploma de Estudios Avanzados) y del proceso de tesis doctoral en sí. Los hice, investigué e incluso participé en encuentros de distintos tipos y publiqué sobre esos temas. Vamos: que aunque los tengo guardados en modo privado, también algunos se pueden consultar en la Red, en mi renovada web por ejemplo.
En primer lugar, estoy de acuerdo con lo manifestado por Javier Abasolo. Yo, por lo menos, no entiendo que se convaliden asignaturas de un proceso formativo de postgrado con asignaturas cursadas anteriormente en mismo grado (o licenciatura). Parece que algo falla entonces en el diseño formativo de una etapa o la otra, pero no es muy comprensible que sean equivalentes.
En ese mismo tuit se refiere Javier a algo que también es recurrente: "la cultura del esfuerzo". Yo no sé hasta qué punto "participo" de la misma (o más en concreto, hasta qué punto coincido con algunas de las ideas que subyacen cuando se habla de aquélla), pero tengo muy claro que mi camino al doctorado me supuso un (gran) esfuerzo, del que pueden darte una idea las metáforas de las que suelo hablar), y no solo esfuerzo económico; es más, incluso, no solo esfuerzo para mí, sino también a las personas de mi entorno más cercano. Te pongo un pequeño ejemplo de lo del "esfuerzo": un día, en la última etapa, me preguntó mi hijo por qué madrugaba más los fines de semana que los días laborables.
En esa línea de lo que supone trabajar y esforzarse, y aunque tal vez fuese un camino más largo de lo habitual y a una edad no tan común, sí hice todos y cada uno de mis cursos de doctorado, antes del trabajo y defensa para obtener el DEA (Diploma de Estudios Avanzados) y del proceso de tesis doctoral en sí. Los hice, investigué e incluso participé en encuentros de distintos tipos y publiqué sobre esos temas. Vamos: que aunque los tengo guardados en modo privado, también algunos se pueden consultar en la Red, en mi renovada web por ejemplo.
Por último, es posible que en el caso de Casado se haya puesto más la lupa que en otros que han pasado o pasan de lado, pero insistir en razonamientos del "y tú más" no dan argumentos más allá del ruido (¿y la tesis del presidente Sánchez?). En ciertos casos sobre todo la ejemplaridad debe ser absoluta, prevalecer la ética más allá de posibles vericuetos legales. E insisto una vez más, que "el ruido de lo que somos no deja oír lo que decimos".
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