No soy influencer

Eso está bastante claro si me sigues por aquí. Aunque lleve unos cuantos años de vuelo por estos mares de Internet, no soy un influencer (o influenciador): éste es un humilde blogsito, en el cada vez más humilde y aislado barrio blogosférico (en la línea que indicaba Antonio Omatos en un tuit ante la sorpresa de tener un comentario, en la reflexión que hacía Tíscar Lara en su blog...), mis outfits (toma palabro) no tienen repercusión... y no me invitan a visitar Donostia por la patilla. Ha salido ahora en prensa pero el tema viene de más atrás, tal y como publicaron en donosTIK.

Igual la cuestión pasa por apuntarse al postgrado que acaban de organizar sobre cómo serlo (y quién sabe si inicial otro camino al doctorado)
Si bien, tras oír el reportaje que hizo Javier Domínguez igual es mejor que ("Virgencita, Virgencita") me quede como estoy.



Comentarios

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  2. Yo tampoco debo ser una influencer porque a mí tampoco me invitan a visitar ningún sitio por la patilla... ;)

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  3. No quiero ser prejuiciosa, entiendo que en muchos aspectos del trabajo de los influencers tiene que haber profesionalismo, ideas comunicacionales, marketing, etc, pero que la propuesta llegue a las universidades me choca un poco. Tal vez soy tallada a la antigua jaja! abrazo

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    Respuestas
    1. Igual es que hemos llegado tarde a esa nueva profesión, Ivana :-)

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