5 años / 5 urte: Tres tizas

De cañitas... Botxotik

Iñaki empezó su andadura bloguera con un “No sé si es una moda o un modo de comunicación...” a estas alturas de la película se confirma que no era por moda su incursión bloguera sino una forma de comunicarse y de generar red, así como contactar con gente para él entonces desconocida.

¿Cuántas personas conoces cinco años después, Iñaki? Cinco por lo menos, ahí estamos los Trestizas: Marcos, Aster, Carlos, Patxo y Gorka. 

Recordamos tus inicios con la milimétrica coexistencia entre euskera y castellano acompañada de debates siempre profundos. Nosotros hemos sido testigos de tu capacidad de cooperación así como tus reflexiones iban más allá de tu blog, te agradecemos aquella colaboración en el nuestro y la entrevista de radio.

Desde un blog colectivo la vivencia es diferente a uno personal. Tres Tizas tiene sus fases y etapas y los cambios que se han podido producir son pocos y difíciles de percibir más allá de nuestra propia organización interna. Pero si hacemos una evaluación de nuestros cuatro años vemos hitos, momentos que marcan un recorrido que no asociamos a vivencias individuales sino colectivas, por lo que cada uno de nosotros los interpretamos y valoramos de forma diferente.

A nivel individual cada uno de tus post te evocará un recuerdo, una emoción, seguro que te sirve para visualizar mejor lo que en aquel momento te pasaba. Similar a las olimpiadas que cada vez que se celebran los recuerdos de ese verano son más nítidos. Los veranos interolímpicos se convierten en neblina. Existe de igual forma un espacio interpostal que se difumina. Cuando llegas a un post en concreto parece como que un aura lo presida, un túnel que te permite revivir aquellos momentos previos y posteriores al clic en publicar. El blog cambia con tus cambios, pero siempre nos trae recuerdos de aquellos días.

Que no te quiten lo bailao y como dice la bilbainada: “Ene que risas hicimos al pasar por...” Botxotik ziberespaziora.

Desde Tres Tizas un fuerte abrazo, muchas felicidades y a por otros cinco años. Esperemos que en este lustro que viene vivamos por lo menos otras tres finales.