Calidad, si es bien entendida
Calidad y turismo fue uno de los temas que salió en nuestras charlas con Alberto. Ello me vino a refrescar algunas ideas y consideraciones anteriores. Con posterioridad me ha llegado el habitual artículo de Martínez Aldanondo correspondiente a la newsletter de Catenaria del mes de julio, titulada "vivimos en un mundo de ingenieros" que, de algún modo, vuelve a incidir en aspectos similares.
Considero que en no pocas ocasiones hay términos que de tanto uso acaban perdiendo valor. Y uno de ellos es calidad. Cierto es que escribí uno de los primero artículos en euskera sobre calidad en educación, allá por 1996. Pero, a menudo me temo que las intenciones, el movimiento, se ha quedado en no pocas ocasiones más en una cuestión de formas que de fondo. Y es que entran en juego las personas, tal y como se indica en el artículo citado. Creo que está bien, incluso que es necesario, saber a dónde se quiere llegar y cómo; que no todo sea conocimiento tácito, sobre todo si la organización es grande; evaluar con rigor, trabajar con datos y no solo con intuiciones; con método, como reflexiona Rafa Olalde. Pero ay si se limita a ampliar hasta límites lejanos la cantidad de documentación manejada.
En esa búsqueda de datos, rellenar encuestas y cuestionarios puede resultar agotador y desanimar al más entusiasta. En una reciente estancia turística, tenía la propuesta de contestar la propia del establecimiento, la de la comarca en la que estaba establecido y la del sitio web utilizado para realizar la reserva. Si añadimos algún comentario en Facebook, aunque sea un modesto "me gusta"...
aithom2 en Flickr |
En esa búsqueda de datos, rellenar encuestas y cuestionarios puede resultar agotador y desanimar al más entusiasta. En una reciente estancia turística, tenía la propuesta de contestar la propia del establecimiento, la de la comarca en la que estaba establecido y la del sitio web utilizado para realizar la reserva. Si añadimos algún comentario en Facebook, aunque sea un modesto "me gusta"...
Por otra parte, coincide también que hay personas que han encontrado aquí su nicho de trabajo, en eso tan amplio que se ha acabado llamadondo consultoría. Totalmente lícito, si bien, sucede como en botica: que hay de todo. Por ejemplo, algún caso cercano conozco de quien ha pasado en poco tiempo de desconocer ámbitos concretos, teniendo ideas generales, a ser considerado gurú en aquéllos. Vale, admito pulpo como animal de compañía, quizá tiene una gran capacidad para aprender y desaprender.
Al final, la calidad se ha convertido en burocracia y en mero papeleo, cuando la idea inicial estaba muy lejos de esto, de hecho, una de las herramientas de la calidad apuntaba al cero papeles. Una pena.
ResponderEliminarDicen del ser humano que es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Salu2
Acabas de poner sobre la mesa uno de los puntos críticos de las herramientas de calidad: El correcto dimensionamiento de los indicadores y de sus fuentes de información
ResponderEliminarEsto es lo que hace que las herramientas (que son sólo herramientas, oiga) pasen a ser eficaces para la gestión o un rollo burocrático.
Próximo curso de Euskalit y de Osalan: El correcto dimensionamiento de los indicadores y de sus fuentes de información a fin de evitar la inflamación generalizada de los genitales de los trabajadores (estoy hasta los huevos, hasta las tetas, los ovarios etc)
Calidad y Medicina Preventiva no están reñidas
Otros términos que han perdido esencia, además del de calidad, me parecen gestión e innovación.
ResponderEliminarLes pasa algo parecido.
Por cierto Iñaki, la fecha del post, ¿regreso al futuro? ;-)
¿Apuntamos alguno más, Gontzal como emprendedor?
ResponderEliminarA ver ese curso, Rafa. Aunque creo que el aumento de papel no solo va relacionado con los indicadores (ese tema da para un blog temático, jeje)
La consecuencia, Imanol, la que dice nuestro médico Rafa.
Ah, Gontzal, más que regreso al futuro es el cambio en blogger ;-)