Buen estado de ánimo

¿El estado de ánimo en la Catedral? Es que es importante, como dice Gontzal. Bueno en el campo, disparado a la salida por los aledaños (¿"Athletic Uefara" o "Athletic Champions League"?). Aún así, de disfrutar como hacía tiempo con los rojiblancos, me dio tiempo a algún apunte. Y mira que hubo sorpresas, como que metamos un gol de penalty (bien lanzado), que Toquero vuelva a marcar... y el cordón de San Blas rojiblanco de este año.

Ropa similar la de Caparrós y la de Manolo Preciado, y eso que no iban ni de chandall ni de traje, sino con un look como casual, de vaqueros y abrigo. Supongo que factor concurrente, sin más.  Me da que a Manolo no le importaría que algún día le llamasen Imanol, del mismo modo que se refería él a Jokin.

Mejorando día a día Iker Muniain. Lo admito, que va pasando de curso para llegar a ser crack. Aprendiendo a jugar en equipo, por ejemplo. Incluso le aplaudí cuando lo cambiaron (que le vamos a hacer, me han vuelto a pillar) aunque siga pensando que tanta devoción desmedida no es buena (casi se corea más su nombre que la marcha de Verdi)

Llorente vino a quejarse al banquillo, como si le pasara algo en la boca. Caparrós lo mandó con cajas destempladas. ¿Qué sería? A pesar de ello no lo cambió ni con el 3-0.

Otro de los expedientes X, ahora que vamos entendiendo lo del cuaderno de Luci; al margen del montón de gente que sigue el partido de pie en la preferencia lateral (menos mal que tenemos código de barras, lectores y tornos a la entrada) ¿hay que tener enchufe para que el  masajista te regale una botellita de agua? Aunque es más barato para el club que las sudaderas y camisetas que hace algún tiempo regalaban ciertos jugadores a quienes se acercaban.

Bronca del público con algún miembro del banquillo del Sporting. Se revuelven los guardas de seguridad, se levantan algunos... y el gran Quini, actualmente delegado del equipo gijonés, que pone paz. El que tuvo, retuvo.