Anécdotas en procesos selectivos

El otro día me preguntó Naiara Serrano (¡ainss, qué buenos recuerdos de otros tiempos y más hoy que se celebra el día internacional de la radio!) si solía participar en oposiciones como parte de tribunal, dado que estaba preparando un reportaje radiofónico sobre el tema en Onda Vasca. Le respondí que desde que comencé a trabajar (hace ya más de treinta años) he venido tomando parte en distintos procesos selectivos (selección de profesorado y/o pruebas específicas de euskera, por lo general), si bien no en grandes oposiciones tipo OPE (oferta pública de empleo). Me dijo Naiara a ver si tenía alguna anécdota que contar y me puse a pensar; tantos años dan para unas cuantas. A la espera de que se materialice y se emita (y cuelgue) dicho reportaje, he pensado compartir también aquí algunos de estos susedidos.  

Durante la oposición

En cierto proceso selectivo se mantenía (como suele ser habitual, por otra parte) el anonimato en la parte escrita; o sea, calificábamos las pruebas desconociendo la identidad de la persona. El problema llegó cuando teníamos que afrontar la parte oral. Hubo algún miembro (creo que representante sindical, pero no me hagas mucho caso) que propuso que no pudiésemos ver a quién hacía ese examen oral, y llegaron a plantearse alternativas. Aparte de que caso de hacerlo así no podíamos tener en cuenta el lenguaje no verbal de los y las aspirantes, el uso del espacio etc. los sistemas eran , cuando menos, divertidos. Además, a saber si no conocíamos la voz (hay quien defiende que es un dato de carácter personal, por otra parte). ¿Al final? Pues "vimos" a candidatos y candidatas.

Cuando las pruebas no son muy grandes, se suceden en el tiempo y en la composición del tribunal hay miembros que son conocidos por repetirse... puede pasar esto. Un un examen oral puse una calificación muy alta (no recuerdo si la máxima) a alguien que en su propuesta didáctica explicó de forma excelente, a mi juicio al menos, el uso de blogs en trabajo de aula; me parece que consiguió plaza tras la nota obtenida en esa parte del proceso. Poco tiempo después, en un proceso semejante, un o una aspirante trató de incluir el uso del blog en su disertación oral, pero me da que ni siquiera había llegado a leer alguno, más allá de entrada de Wikipedia, por el nulo conocimiento que mostró. Imagínate la nota que le puse... y es que aunque yo sea bloguero, no todo vale, jejeje.

Hace muchos años, en un tribunal en el que participaba como experto en euskera, estaba establecido en las bases que si alguien no llegaba a un 5 sobre 10 en esa prueba, no obtendría punto alguno, tratando de evitar que los aspirantes se presentasen para rascar alguna decimilla (que es cierto que en algún caso puede ser decisiva). Pues bien: según entré en el local para comenzar esa prueba y saludé en euskera (tipo "egun on, orain euskara-proba egingo dugu", no más complicado), un aspirante se levantó y protestó de forma airada porque no entendía, que era muy difícil etc. Más adelante supe que además era hermano de una persona conocida, quien se mostró asombrada con el comportamiento del familiar.

En otra ocasión, el único aspirante impugnó mi presencia en el tribunal por un asunto de titulación (por aquel entonces yo era "diplomado", no "licenciado"). Como quiera que nos conocíamos, me explicó que la impugnación no era por un tema personal. Le contesté, de buenas maneras, que entendía su postura pero que esperaba que también entendiese el suspenso que le habíamos otorgado, puesto que en el examen no había dado la talla.

Última por el momento. En cierto proceso, y por un error en las bases, figuraba como miembro de pleno derecho del tribunal, y no solo como experto para la prueba de euskera. El asunto estaba complicándose, con opiniones encontradas entre los miembros de aquél, creo que había un empate y era mi voto el que podía ser decisivo. Todos mirándome... y opté por abstenerme, dado que como les dije, aunque tenía mi opinión personal, yo no era una persona experta en la materia (por cierto, no recuerdo cómo terminó el tema, pero sabes que la memoria es selectiva).

Hasta aquí hoy. Como acababan en aquel programa, "así fue y así se lo contamos".


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