"No quiero aprender euskara"

Lo comentaba hace no mucho en Twitter; citaba una entrada del blog Piperrautsa, donde Mikel Irizar @Mikelirizartopa contestaba a la cuestión "no quiero aprender euskera, ni quiero que lo hagan mis hijos; ¿tendré que marcharme de aquí?", recogida a su vez en el programa El dilema de ETB2

Mikel, como es habitual, escribe en euskara, pero me ha parecido interesante publicarla también en español; de hecho se plantea algo que no es nuevo en este txoko (como el bilingüismo pasivo o receptivo, que comentara Carles de Roselló). Él mismo me ha enviado el texto traducido; eskerrik asko Mikel!

Euskaraz irakurri nahi baduzu, Mikelen blogean dago jatorrizkoa: "Ez dut euskara ikasi nahi".


“La convivencia te otorga derechos y te impone obligaciones, también en el ámbito lingüístico. Tú has optado por el castellano y tienes derecho a ello. Pero, si al igual que tú has optado por el castellano otra persona opta por el euskera, es preciso conjugar los dos derechos para que sean posibles la comunicación y la convivencia. Desde este punto de vista, tú y tus hijos/as no tenéis derecho a no saber euskera. Es más, no existe el derecho a no saber algo.

Así pues ¿cómo conjugar los derechos de los dos hablantes? Manteniendo cada hablante su opción y respetando la de la otra persona. Y para ello es imprescindible que cada persona entienda la lengua de la otra aunque no se exprese en ella. Este planteamiento se denomina ‘simetría lingüística’ y es plenamente igualitario y democrático.

En función del mismo, el derecho a elegir una de las lenguas conlleva la obligación de comprender la otra, para que el derecho de quienes la prefieran esté igualmente garantizado. Por tanto, es la convivencia quien te impone obligaciones lingüísticas: como mínimo comprender las dos lenguas y utlizar la que prefieras. Y, por tanto, si algo te obligaría a irte de aquí sería tu rechazo a la convivencia”.

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