Lasai, lasai

Es lo que dijo Jokin Caparrós tras el partido contra el Valencia. Que es cierto que disfrutamos de un gran partido, que hasta Latxaga coincide, pero todavía no hemos conseguido nada. Aunque sería bonito como escribe Patxi Alonso en El Correo, que haya llegado la hora de saldar una cuenta pendiente con la mejor afición del mundo. Por si acaso, le pasaré a mi hijo "Días de gabarra y gloria" para que se vaya haciendo una idea.

Es curioso. Apenas tengo anécdotas del domingo. Quizás porque fue el Fútbol lo que primó. Destacar sólo dos actitudes del público de la Catedral respecto a jugadores del equipo levantino, buenos jugadores ambos por cierto: despedida con aplausos a Villa, pitos para Fernandes, que casi revienta la cabeza a algún espectador/a de la preferencia lateral cuando lanzó fuera el balón de muy malos modos para atender a uno del Athletic. Y las lágrimas de la niña que vestía una camiseta blanca del guaje al acabar el partido... pero tenía una camiseta del Athletic a la cintura. Me da que esto debía ser para despistar.

Hala zioen Jokin Caparrosek partida bukatu ondorengo prentsaurrekoan. Eta halaxe beharko luke izan, oraingoz ez baitute ezer lortu. Tira, zerbait bai onartuko, zaletuen poztasuna aspaldiko partez. Eta ez da gutxi ilusioa piztea; izugarria litzateke kopako final batera berriz joateko aukera izatea. Seme-alabei "Dias de gabarra y gloria" utziko diet badaezpada ;-)

Eta igandean Futbola nagusi izaki pasadizo gutxi.  Kanpoko futbolarien jarreren aurrean San Mamesen jokaera ezberdina, alegia, txaloak Villa handiari, txistuak bururen bat apurtzekotan ibili zen Fernandesi. Eta negarrez joan zen zuriz jantzitako neskatoa, zer gerta ere zuri-gorria eraman arren.