Un día D, y alguna reflexión previa

 Ha llegado un día de esos D. Ha tardado esta atípica final copera. No sé si hubiese ido a Sevilla de haber podido hacerlo; de hecho, no era de quienes habían corrido a reservar hotel en los tiempos prepandémicos pensando en ir. Pero cualquiera sabe si en el último momento me hubiese picado el gusanillo... como sucedió en otras ocasiones. 

En estos tiempos, y al margen del resultado que pueda darse y de las imágenes que nos deje el día (y la noche), hay un par de aspectos que más que preocuparme me mosquean incluso.

El primero: esas entendibles ganas de demostrar alegría, de despedir al equipo, de ver el partido más allá de la burbuja familiar (y es que es difícil de explicar el sentimiento)... que, no obstante, deberían equilibrarse con la prudencia y el sentido común que el virus exige. Bueno, el virus o su  no propagación a lo loco (sí, a lo loco se vivía mejor... con Bielsa). Lo visto hasta el momento no hacen que podamos ser especialmente optimistas, campañas al margen ("esta copa se queda en casa; anima con el corazón, disfruta con la cabeza", por ejemplo). Un tuit que he leído tal vez resuma de manera irónica la situación ("hemos venido a contagiarnos, el resultado nos da igual" con la musiquilla correspondiente, que con la letra anterior era "emborracharnos"). He visto incluso discusiones sobre estos hechos, como es de esperar en tuiterlandia.

El segundo: que haya personas VIP del entorno rojiblanco (y supongo que del blanquiazul) que sí puedan acudir a ver el partido en directo. Parece que las autoridades políticas locales rechazaron la posibilidad; lógico si deben dar ejemplo en tiempos de confinamientos y cierres; faltaría más (y volvemos a la campaña ya mencionada). Pero no entiendo esa presencia VIP. En medios de comunicación oí a una "vieja gloria" rojiblanca que por supuesto esperaba estar. Sin embargo, parece que Javier Clemente ha rechazado la invitación del presidente, según el diario Sport, señalando que los socios del Athletic no podrán ir. Bien por el rubio, aunque en ocasiones discrepe de lo que dice. De hecho, estoy un poco harto de que ese ex-jugador del Athletic campeón de los 80, siga exigiendo sus "privilegios"; en cierta ocasión le oí quejarse del trato que les daba la directiva del momento, porque él creía ser merecedor de alfombra roja permanente (sic) por ser del último equipo campeón. Eso dista mucho de lo que yo entiendo como "gure estiloa".