Comunicación mediada y sentimientos

He participado hoy en un webinar organizado por la Editorial Difusión "Emociones, confinamiento ¿y además clases?". Ha resultado excelente, como cabía esperar de alguien como José Ángel Medina, de quien ya te he hablado en alguna ocasión ("Del gracias al guau"; y veo que han pasado dos años ya). No era el tema pero de manera tangencial ha salido algún comentario referente al calor humano y la Red.

Curiosamente, como había un gran número de participantes apuntados, no han puesto imágenes, sino que para comunicarnos teníamos dos espacios: uno para hacer preguntas y otro chat, escrito, de los de "toda la vida", donde lo que se ponía podía ir solo para los panelistas (me doy cuenta de que tampoco es mal palabro) y otro general para panelistas y participantes. He enviado algún mensaje, como un enlace a una imagen con una cita que ha aparecido en la charla y hemos tenido algún intercambio corto de mensajes (a mencionar cómo se ha ido agradeciendo al final de la charla, quizá por seguir el consejo de José Ángel en ese sentido).

He tuiteado luego un palabro que he escuchado a Medina, y me han contestado que me han visto. Ya he contestado que más leer que ver, pero también he recordado que hace un tiempo ya abogaba yo por el uso del chat y la comunicación síncrona, no solo por la asíncrona.
Voy viendo entradas por aquí, de 2007, de 2008 ("Comunicación síncrona, sí, también")... con enlaces rotos a estas alturas (¡que son 12 años ya!). También veo que me autodenominaba "Abuelo Cebolleta" hace 10 años. Y recuerdo leyendo esas entradas que moderé una mesa redonda vía chat en un congreso virtual en 2005. Pero las producciones por ahí están todavía, como aquella comunicación de ese mismo año 2005 en el I Congreso TIC UNED, "No estoy solo en el campus" (no hace falta recordar que soy un producto UNED ¿no?). Y no es falsa modestia, pero creo que no ha envejecido nada mal lo allí planteado; claro que quince años después eso también puede tener otra lectura.


En todo caso, sigo convencido de que la comunicación mediada por tecnología puede dar también cierto calor humano, más si cabe si va siendo transparente esa tecnología. No el calor del abrazo presencial, al menos no con las tecnologías actuales; pero no todos los abrazos son "de verdad", no sé si me explico. Como hay diversidad en los apretones de manos o en los besos. O en la calidez de las conversaciones (y ya si las comparamos con las de ascensor...). Por el contrario, yo en no pocas ocasiones me he sentido cercano y acompañado en la Red con personas, conocidas en presencial  o no. Las últimas veces... en estos tiempos de pandemia y confinamiento claro. Incluso creo que hay o puede haber "likes" de verdad". Aunque para cuando esto pase haya que ir meditando si hacer o no ayuno digital.

Comentarios

  1. Iñaki, la calidez en la red la vamos tejiendo por contagio. Yo sin ir más lejos he aprendido a ser menos impulsiva y más amable. Todo depende de los modelos que elegimos y así nos contagiamos de buenas palabras, buenas actitudes y buenos sentimientos. Quizás será la edad.

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    1. La edad a veces hace que seamos más rezongones, Ximena ;-)

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