Bastante más que un detalle
Ayer me llevé una gran sorpresa en el metro de Madrid. No me refiero a la desaparición del clásico billete con banda magnética por la tarjeta recargable que debes comprar sí o sí y dura para 10 años, sino a ver en la pared de un vagón poesía en euskera, y traducida; se trataba del poema "Nire aitaren etxea defendituko dut" de Gabriel Aresti, ni más, ni menos, que se había colocado como parte de la campaña Libros a la calle.
Además de sacar la foto correspondiente (mientras la chica que estaba cerca andaba con sus selfies), empecé a pensar. En que detalles como ése, que entiendo muestran aprecio por otras lenguas y culturas, y un mínimo conocimiento llevaría a un mejor entendimiento entre las personas, seguramente. Y pensé en la experiencia que viví en Valencia allá por 2014, y en los idiomas que conocen o desconocen quienes gobiernan o gobernarán tal vez un día (no dispongo de datos sobre cuántos y cuántas hablan catalán en la intimidad, por ejemplo, pero seguro que son menos quienes lo hacen en euskera).
Fotografía tomada en el metro de Madrid. |
Y seguí pensando, en que cuando se plantea si un médico debe saber euskera, una tópica respuesta (o pregunta de vuelta más bien) es si queremos un buen médico o uno que sepa euskera, a lo que yo suelo añadir dos ideas: si queremos un buen médico, podemos traer un gran profesional que no sepa español (¿se admitiría?) o cuál es el conocimiento lingüístico que debe tener un profesional para ser bueno como tal (¿debería pensar en aprender en euskera motu propio alguien que va a trabajar en un entorno donde puede haber vascoparlantes, aunque no sean monolingües, o es suficiente con conocer inglés, o incluso otros idiomas extranjeros, para estar al día?). Por cierto, me comentaban el martes en que hay zonas rurales en Castilla donde los médicos son extranjeros (los "nativos" no quieren estar en esas zonas al parecer) y han tenido que poner traductores para que se comuniquen.
Y, como no te extrañará, me vino a la cabeza una canción de Rogelio Botanz, Nire poesia, en la que, además, la letra es también del poeta bilbaino Gabriel Aresti.
Apunte final: en la web de Libros a la calle aparece el texto, junto a los demás usados en la campaña, y se puede descargar, pero alguien ha cometido el error de escribir "Gabriela Resti". Espero que lo corrijan a la mayor brevedad, tal y como he solicitado en un correo enviado.
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