Athletic y TIC

Tomé parte el día 26 en la Asamblea de Socios Compromisarios del Athletic, como posiblemente sabrás. No entraré a contar lo que allí se trató, que bastante se está escribiendo al respecto. Sólo apuntar que, duro de mollera que es uno, al igual que me sucede con la Bolsa, me cuesta entender los bailes de cifras.

Veamos: el año pasado creo que fue la Fundación Athletic la que provocó el superávit, pero este año entiendo que ha sido  más parecida a un agujero (negro); así, el déficit parece estructural, sólo salvado por la venta de Aritz Aduriz en este último ejercicio (¿y entonces qué nos espera en el futuro próximo?). Aún así, la mayoría está de acuerdo. En fin.

Puestos a sacar punta, tampoco el tema del idioma quedó muy bien parado, porque algunas intervenciones en euskera venían escritas con anterioridad e incluso ni siquiera fueron bien leídas. Si la legislatura en la que fui compromisario hubiese habido televisión, estaría recogida mi intervención abogando por una mayor atención en el tema lingüístico; los aplausos fueron unánimes, incluso desde la mesa, pero los resultados... Y mira que han pasado años.

Pero, ateniéndome más al título, me voy a referir en este post al uso de las tecnologías por parte de socias y socios compromisarios.  Al menos en dos aspectos.

Se me ocurrió llevar el portátil al Palacio Euskalduna, y ni te cuento las vueltas que tuve que dar hasta conseguir que me facilitaran la clave de acceso a la wifi: "pregunte Vd. allí que aquí no tenemos ni idea" (allí que se repitió en unas cuantas ocasiones) "no sabemos qué es lo que quiere", "hable con alguno de los jefes de prensa"... Hasta que encontré a una amable joven del propio Palacio que me indicó que tenía la información en la zona destinada a la prensa. Tuve que aclararle que no era periodista, sino un socio compromisario. Al final me dio lo solicitado, pero vamos, será cuestión de pedir que en adelante sea una práctica habitual dar la clave, y no que se convierta en la búsqueda del tesoro.  Y a ser posible con enchufes en la sala... para poder conectarnos si nos quedamos sin batería, entiéndeme bien lo de los enchufes,  que lo de las entradas de Valencia sigue coleando ;-)

Así, si nos parece, podremos tuitear la sesión; resulta una amena forma de no dormirse cuando las explicaciones se alargan y más que aclarar confunden, se puede interaccionar con quien está fuera o en otra punta de la sala (que no toda la interacción comienza y acaba en los SMS de Telebilbao...) Eso sí, habría que acordar una etiqueta o hastag (ver vocabulario en TodoTwitter) que facilite el seguimiento, que esta vez nos perdimos un poco.

Me llamó la atención otro aspecto. A la entrada nos dieron un folio, sin nombre y con una dirección de e-mail al final, en el que se propone crear una lista de compromisarias y compromisarios, que, sin ser grupo formal, se puedan comunicar; y es que no es fácil para algunos y algunas llegar a juntarse en poco tiempo 200 y presentar una iniciativa. No me parece mala idea, si serán de los que van a dar zarpazos como Gontzal, pero sí un par de matizaciones que haré llegar a quien firmaba el escrito:

• no me vale que haya personas anónimas en la lista; me gusta saber con quién me estoy comunicando, y todos somos socios y socias con nuestro número correspondiente.
• optaría por formar un grupo en google, que pudiera ser de acceso restringido y no público, más allá de tener las direcciones de los demás y mandar correos unos a otros.
  

¿Lo de San Mames Barria y  las nuevas opciones de uso público? Eso queda para otro momento. De momento, y por cercanía desde casa, no me disgusta lo del polideportivo municipal.