"Gaudeamus igitur": alegrémonos pues, poztu gaitezen

Pues sí. Música un poco especial este viernes. Me alegro, otra vez, y espero que tú contigo ("Gaudeamus igitur", alegrémonos pues), amigo/a lector/a. Ayer fue la guinda de mi camino al doctorado: la investidura como doctor ( y no honoris causa; en todo caso, como suelo decir en broma, currelis causa).

Gaudeamus igitur, poztu gaitezen berriz, irakurle lagun hori: atzo ospatu genuen UNEDen doktore berrien inbestidura-ekitaldia.  Horregatik ba, musika berezia urtarrileko ostiral honetan.




El resumen oficial y el reportaje fotográfico ya están en la Red. A la espera de que la UNED cuelgue el vídeo del acto de este año, algunas impresiones.
  • Emocionante el acto. El protagonismo más compartido que en el acto de la defensa, pero mucho más tranquilo que ese otro día.
  • El peso de la tradición y de los gestos, empezando por el traje académico. Por cierto, tiene lo suyo ponérselo bien y sin liarse, la muceta sobre todo. Y menos mal que andaban prestas las personas de protocolo para las dudas (¿qué hago con los guantes? ¿en qué mano llevo el birrete?, etc.). Ah, en la UNED toca buscarse la vida para conseguirlo; yo lo alquilé.
  • Lo difícil que resulta leer bien, de manera comprensible y amena para el auditorio, esos textos, en teoría "escritos para ser leídos". Aunque quien lo lea sea un catedrático, o incluso un catedrático doctor honoris causa (ayer pensé que el discurso se lo había escrito al sociólogo Salvador Giner alguien que no le tenía demasiado aprecio). Podrían aprender del rector Tiana.
  • Un detalle que se acuerden de familia y amigos, soporte imprescindible para llegar con éxito al final del camino al doctorado, al menos en la UNED.
  • No desentonaba con la media de edad de los nuevos doctores y doctoras; de alguna manera, creo que ayer también reflejamos la pluralidad del alumnado de esta universidad.
  • El trabajo de organización que hay detrás de un acto así.
  • A pesar de los desvelos del personal de protocolo y sus explicaciones y consejos, hubo más de uno y más de dos que en el aspecto de la vestimenta no hicieron demasiado caso (los dos de Psicología, sin ir más lejos. ¿Tendrá que ver con los estudios?).
  • La solemnidad de la música y cómo realzan un acto así la orquesta y el coro.
  • Aunque tenga su lógica, no deja de sorprenderme la presencia de militares uniformados en estas ocasiones. 
  • Lo todoterrenos que son los ordenanzas; les toca hasta hacer de maceros.


Para la posteridad, momento en el que el rector, Alejandro Tiana Ferrer, me impone el birrete, en presencia del padrino, el decano de la Facultad, José Luis García Llamas.



Errektorea niri birreta jartzean. Testigantza grafikoa.

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