Guerras

 Debo reconocerlo: empezar a oír hablar de "guerras" y de "los aliados" en enero de 2023, y no refiriéndose a la Segunda Guerra Mundial precisamente, me inquietó.

El desasosiego no ha pasado.

Alexas_fotos en Pixabay

También debo reconocer que me falta conocimiento para entender todos los matices que hay en "la guerra de Ucrania". O "la invasión". Creo que no es todo de buenos y malos, de invadidos e invasores, de blancos y negros, pero no acabo de ser capaz de identificar los matices. 

No es difícil suponer que, como siempre, muchas personas perderán (y no solo la vida o sus posesiones), personas de las que siempre acaban perdiendo tal vez, pero habrá quien gane en ese río revuelto. No es precisamente el País Vasco un lugar donde no hay empresas del sector de las armas (o susceptibles de ser usadas como, o relacionadas con).

En este contexto, alguna sorpresa (bueno, tal vez después de haber hecho la mili el siglo pasado no tanto). Como que el ejército español tenga un montón de tanques en un almacén fuera de uso. No puedo dejar en un monólogo del estilo del gran Miguel Gila con su casco y el teléfono: "oiga, ¿es el aliado? Mire, que tengo unos tanques que no uso en un garaje e igual le interesan [...] Funcionar, no funcionan, pero quedan aparentes etc etc.".

Recordando, recordando, he llegado a darme cuenta que en 2016 publiqué una entrada con una canción (un proyecto en realidad) de Marta Gómez: Para la guerra, nada. Pues eso.

Comentarios