Botxotik ziberespaziora

No es que sea precisamente un entusiasta de las playas. Bueno, algo sí hay que me gusta, además de jugar a  pala: leer bajo la sombrilla. Y, aunque no sé si es verdad que pase como con los caminos, que todos lleven a Roma, resulta que los últimos libros que he leído o estoy leyendo, tienen relación con los blogs; casualidad? Son en concreto, El blog del inquisidor de Lorenzo Silva y Confidencias de un camarero , de Steve Dublanica, que tiene su origen en Waiter Rant (bitácora que tiene hasta un hueco en Wikipedia ). Críticas y comentarios, más adelante ;-) Foto de Jual en Flickr Ez naiz oso hondartza zale, baina bi kontu bai ditut gustuko: paletan aritzea eta itsasoaren musika lagun dudala irakurtzea. Eta halaxe nabil udako sasoi honetan; gainera, blog munduarekin lotura duten bi libururi hurbildu natzaie egunotan. Onartuko dizut, irakurle lagun hori, ez dela aldez aurretik ondo pentsaturiko kontua izan, zori antzekoa baizik. Kritikak, irakurritakoan.

Después de leer noticias como ésta , tengo tiempo (unos 33 años, a día de hoy). Geldo banabil ere, denbora luzea dut oraindik eredu honi jarraituz gero ;-)

No suelo ir a los palcos en los eventos deportivos; de hecho, creo que nunca me han invitado a ir, porque me parece que a este tipo de lugares se va por invitación ¿no? Eso sí, lo suelo ver con cierta regularidad, porque no estoy lejos en San Mamés, y es habitual que los muestren en las transmisiones televisivas. Tampoco sé si estaría muy a gusto; por lo que he leído, hay que mantener el tipo, la compostura, un comportamiento entre solemne y hierático; con cara de poker, vamos. Y es que debo reconocer que pertenezco a esa clase de personas que en ocasiones se "calienta" y "transforma" con los colores. Pero, al parecer, hay un evento en el que se permite un distinto comportamiento en ese palco de honor; me refiero al mundial de fútbol. Visto lo visto, está bien considerado que las autoridades sigan el juego al estilo de " Pepe el hincha "; aún recuerdo a Sandro Pertini , por ejemplo, en la final del mundial 82 , y en Sudáfrica 2010, pues, más de lo mismo...

Como ya te comenté , en estos primeros días de julio,  y al igual que otros años , estoy en Madrid en el XV Congreso Internacional de Tecnologías para la Educación y el Conocimiento , titulado este año como "Redes sociales para el aprendizaje". Creo que mi presentación al menos ha sido diferente de casi todo lo que hemos podido ver. A mi juicio, y supongo que Gonzalo coincidiría, el uso de ese recurso no ha sido precisamente ejemplar (tamaños, cantidad de letra, repetición de texto oral y escrito...)  No soy capaz de valorar del  mismo modo mi intervención en conjunto, dado que no me he grabado; el feedback recibido ha sido positivo pero, por experiencia, rara vez te comenta algo quien no ha quedado a gusto. De todos modos, me voy razonablemente satisfecho. Por otra parte, he echado en falta que a pesar de aparecer citado unas cuantas veces Twitter no haya habido etiqueta ( hastag ) para comunicarnos los y las asistentes; no digamos ya de pantallas en las sesion...

Lo lees, te lo cuentan, pero no es lo mismo: parece que hay etapas  o experiencias, por las cuales, de manera inexorable, debes pasar a lo largo de tu vida. Me impresionó ser padre, por ejemplo. Estos días me ha tocado una contraria. Chodaboy en Flickr He pasado por la muerte de familiares cercanos, muy cercanos; estando presente incluso en sus últimos momentos de vida. Te marca, por supuesto; aunque quizás el hecho de haber estado ligados los procesos a enfermedades que sabíamos terminales, los más cercanos al menos, te da tiempo a hacerte poco a poco a la idea de la pérdida, y acabas agradeciendo que el final no se prolongue en el tiempo. Esta semana la experiencia  ha sido similar; similar tan solo, porque es de suponer que no volveré a ver a una persona de mi familia. Y te aseguro que me ha impresionado esa despedida y el último beso, tranquilo y aparentemente sereno, en un momento de lucidez. Y recuerdo ahora, cambiada de alguna manera, el poema de Cesare Pav...