¿Seré una rara avis?

 Ya he comentado por aquí unas cuantas veces que me gusta saber con quién me juego los cuartos, también, y tal vez sobre todo, en la Red y las redes. Vamos, que no suelo entrar o relacionarme con quien no sé quién es o trata de esconderse, mediante uso de seudónimo o nombre falso por ejemplo. O como esos "anónimos" que últimamente son de los pocos que comentan por aquí; te confieso que a veces dudo si borrar directamente esos comentarios o no.

Leí las declaraciones en el Tribunal Supremo del ínclito MAR en el juicio al Fiscal General del Estado. Está claro, por muchas razones, que no jugamos en la misma liga. Si el suyo es el comportamiento de éxito, tal vez yo sea entonces una rara avis, como posteé (o tuiteé, que para mí postear es hacerlo aquí). 

Y es que cuando escribo algo en los sitios de redes sociales, o aquí o en la blogosfera en general, trato de hacerlo con rigor, sin mentir y a un nivel que podría ser tolerable en la Universidad de Salamanca.

Incluso he recordado una investigación, que cité en su momento, sobre cómo escribían en los chats profesores y profesoras; concluían en aquélla que lo hacían, en general, de marenra correcta, respetando las normas gramaticales, con comas, tildes, etc..

Apunto la respuesta de Iker Merodio en BlueSky: que tal vez [yo] sea rara avis, pero que no deje de serlo. Tengo mala edad para cambiar, me temo. Como otros, en otro sentido. Y no miro a nadie.

Edar en Pixabay


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