#Botxotik10 Iñaki Etxebarria
Reflexiones y referencias tras diez años
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por que cantamos
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por que cantamos
(M. Benedetti)
Diez años de blog y una invitación a celebrar y compartir. Casi son diez años los que llevo trasteando por la red y parte de la responsabilidad de que aquello sucediera es de Iñaki. Tengo cierta tendencia a intentar recuperar sensaciones del pasado, sobre todo aquellas que en algún momento sirvieron de motivación e impulso para abrirme a nuevos terrenos. Rememorar y recordar, echar la vista atrás en definitiva, acrecienta esa tendencia. ¿Qué ha pasado en todo este tiempo en relación con la/mi blogosfera? ¿Siguen vigentes las razones para tener un blog y escribir? ¿Y para leer otros blogs?
Desde el primer momento me atrapó la idea de escribir en un blog. Era la manera perfecta, siempre lo he explicado así, de escribir un mensaje, meterlo en una botella de cristal y lanzarla al mar. Solo por una necesidad de escribir, de poner en palabras un pensamiento o una vivencia. No tenía más pretensiones. Y al acercarme a la orilla del mar para arrojar mi botella encontré que el mar dejaba a mis pies muchas otros mensajes que otra gente parecía haber mandado. Y eso me permitió aprender, crecer, conocer, y desear más.
Pensé que la blogosfera era un maravilloso lugar para ampliar horizontes mentales y vitales. Un lugar que me permitió conocer virtual y físicamente a personas cuyas reflexiones me hacían cuestionarme ideas y conocer iniciativas. Pensé que la blogosfera era encuentro y dialogo casi diría que altruistas, aunque no desinteresados. Pero el interés era un interés personal de sumar y aportar.
Pero aparecieron las normas, las reglas, las marcas personales y la utilización de los blogs como una pieza dentro de entramados más complejos. Se perdió la magia en favor del diseño, la ortodoxia y la estandarización. El diálogo (¿fue una ilusión?) se convirtió en una pantalla de plasma unidireccional, sosa. Las entradas me parecieron insulsas e intercambiables y eso, unido a otras razones personales, lo hizo todo menos apetecible.
Pero quedan referencias que mantienen aquellas cosas que me atraparon. Y este blog es una de ellas. Es por eso que a veces vuelvo.
Llevo un tiempo alejado, de un modo casi absoluto, de la blogosfera. Tengo un blog en el limbo de los blogs. Un lugar que intuyo lleno hasta reventar. Un blog que de vez en cuando me llama y me dice que lo retome pero cuya voz se oye todavía débil. Pero nunca se sabe. Invitaciones como ésta remueven las ganas y los deseos.
Zorionak tocayo por el blog, la perseverancia y esa capacidad para mantener el rumbo.
Por muchos años!
Las posibilidades que dan herramientas como éstas, Iñaki, no siempre se concretan. Porque al final está la cultura que tenemos, y "compartir" no parece ser un valor tan en vigor como pensamos (que hay quien defiende que vive del blog). De todos modos, me quedo con esa posibilidad cierta de ampliar nuestras redes, como en nuestro caso.
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