Escasea la paciencia
Paciencia que no parece haber mucha este comienzo de temporada en la Catedral, ¿verdad Juan Carlos ? Por ejemplo, algún forofogoitia cercano estaba que trinaba porque Marcelo Bielsa no salía del banquillo, mientras que Sandoval no llegó a sentarse; así que la diferencia no estaba solo en la ropa, que el madrileño nos vino de traje, con gemelos y todo. Salvo en momentos puntuales, y hasta después del minuto 60 más o menos, el argentino estuvo sentado, incluso con el brazo alargado en el asiento contiguo, como tranquilo. El rayista, hablando continuamente, con los árbitros asistentes, con el personal de su banquillo, con la grada (cuando le recriminaron que no protestara un posible penalty a Llorente, sonrió y respondió que no podía hacer eso)... incluso con el cielo. Porque al cielo también se dirigió tras el gol del empate y besó su anillo, antes de abrazarse con gente del banquillo y con el goleador. Es más, lo del anillo debe ser algo de superstición, que también se lo besó...