Pequeño balance de 2022
Cuando acaba el año, no está de más mirar un poco hacia atrás; suele ser incluso habitual. Vamos allá, aunque el orden igual es un poco caótico. Este año van con letras y no como en 2019 que fue con fotos
2022ari begiradatxo bat egitea ez dago gaizki eta ohikoa da gaurko egunez. Hala laburpen bat egiten saiatuko naiz, blogari eta egindako bestelako kontuei eta erabakiei erreparatuta. Gainera, momentuz, aitite izatear... 2023an izango da hori, agian.
Datos a 30.12.2022 |
- El blog ha tenido cierta actividad, recuperando cifras de entradas de años anteriores, no la de los más prolíferos; no está mal tras 15 años de vida. En concreto, 97 entradas incluyendo ésta. Claro que no son todas mías, porque hubo quien aceptó la invitación y escribió algo con motivo del 15º aniversario; están recogidas con el hashtag #15Botxotik. Ya van 1962 las publicadas y, constato una vez más, que al releerlas me siento moderadamente satisfecho de lo que he ido contando; las fotos sí que han ido desapareciendo; algunos enlaces también (normal, con los cambios en url-s en tanto tiempo).
- De los comentarios y las visitas, las que corresponden a un humilde blogsito en la segunda década del siglo XXI: 69 (incluyendo mis comentarios) y 44.500 (a fecha de ayer).
- Constato que las entradas me sirven como tema de conversación en presencial. Lo mismo que los tuits. Que también hay vida y conversación más allá de Internet.
- La música sigue presente en el blog; fuente de muchas visitas (supongo que vía búsqueda en Google). Siguen aumentando las canciones presentadas (gracias a las autoras y autores que se animan a escribir algo para presentar sus temas), pese a que haya quien no conteste siquiera a la propuesta. En vez de crear un nuevo blog, he optado por la vía de las listas. Constato también la evolución de artistas que han aparecido en estos 15 años por aquí: quien se ha hecho famoso o famosa, quien ha desaparecido más o menos temporalmente, quien se mantiene en la brecha...
- Spotify ya se ha encargado de recordarme qué es lo que más he oído en 2022. Vamos, como te he ido contando en años anteriores.
- Consciente de lo que suponen los Señores del Aire, sigo en Twitter y Facebook; también en Instagram (el mundo Meta, pero no pululo por el Metaverso), tratando de enseñar la parte de mí que pueda publicarse (así que tengo fama de andar comiendo, jejeje). Y me he dado cuenta de que tengo perfiles abiertos en sitios que no me acordaba, como en Mastodon. Eso sí: pese al cambio de dueño, seguimos igual con la consideración de spam del blog en Twitter. Y me he animado a hacer ese circulito de Twitter. Curioso.
- Han vuelto a publicar algo mío, al margen del blog; que de lo ajeno sigo en forma (bueno, es el trabajo, amigo). También he participado en un congreso online (vuelta a una actividad) y en unas jornadas presenciales en mayo. He dirigido trabajos fin de Máster por primera vez en mi vida (no sé si repetiré alguna vez), he dado clases en dos Másteres (curioso que en uno no quise participar como yo mismo y lo he tenido que hacer por cuestión de mi trabajo) y ha participado en un proyecto de investigación (las publicaciones, en 2023).
- He dicho que no a algún proyecto en el que no me encontraba a gusto. Ximena dice que ha aprendido conmigo a decir que no, pero no tengo nada claro que yo sepa hacerlo.
- He seguido leyendo, novela negra sobre todo, y con el apoyo de e-Liburutegia (veo que son 24 libros cogido en préstamo en ese servicio); también ha habido lecturas en formato papel. Pero muchas posibles reseñas se han quedado en el teclado (más propio que en el tintero ¿no?).
- Del ejercicio físico, ya hablaremos (habrá que ponerlo como objetivo para 2023 😅).
- Estoy a punto de ser abuelo (¿no te lo he contado ya?). Vértigo, que el mundo está pasando, que el ciclo de la vida sigue su curso.
Zorionak! Blogagatik eta aitona izango zarelako... "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos..." Eutsi ! Zorioneko umeak aitite martxosoa izango du.
ResponderEliminarEskerrik asko, Kanene. Martxosoa, ez dakit; blogaria, berriz, bai, karkarkar
Eliminar