Seguir escribiendo en blogs

 Aunque con menos frecuencia, sigo escribiendo en este humilde blogsito. Tal vez me cueste más encontrar momentos o temas que no haya tratado ya (o nuevas músicas), pero ahí sigo, poco a poco, 18 años después

Me ha sorprendido esta semana Tíscar Lara. Ella tiene su etiqueta aquí; es más, su "Internet se escribe con C" lo he citado en muchas ocasiones; en mi tesis doctoral, sin ir más lejos.Y es que, dos años y medio después, ha vuelto a escribir una entrada: "IA y Educación: sobre la experiencia de escribir a cuatro manos".

Foto tomada del perfil de Tíscar en LinkedIn

No voy a entrar en el tema de su último post, que es interesante, al hilo del libro que ha escrito a cuatro manos con Carlos Magro. Sino que voy a recoger parte del texto con el que comienza esa entrada.

Más de dos años y medio desde la última entrada en este blog. ¿Cómo ha podido suceder? Si fuera en sus inicios, comenzaría este texto pidiendo perdón a su íntimo público prometiendo no descuidarle nunca más. Pero eran otros tiempos, otra cultura alrededor de este formato de publicación y es mucho lo que ha sucedido desde entonces. El medio ha dejado paso a otros canales y estilos (le dediqué incluso una tesis doctoral a esa evolución), Internet ha muerto o como mínimo está roto, la desinformación ha inundado todos los espacios, deambulamos por un páramo de tecnopolítica agresiva y sobrevivimos como podemos en un contexto de polarización que arrasa con cualquier atisbo de ternura. Yo también me he hecho mayor, lo reconozco, y por eso lucho para no caer en una nostalgia engañosa. ¿Cuánto del análisis es emocional, cuánto es racional? Habrá un poco de todo, seguramente.

Añado otro texto que puso en LinkedIn a raíz de es entrada.

Por un lado, hay algo entre romántico e íntimo que me hace volver (21 años de relación, casi la mitad de una vida, un hijo emancipado), pero por otro, sé que es una botella perdida en el océano. En realidad, no tan distinto de lo que fue en su comienzo, cuando escribía sobre todo para mí, para tener a mano ciertas migas en el camino. Luego llegaron los lectores, la comunidad y el calor de los nuevos amigos.

Pero internet ha cambiado tanto en este tiempo, todos hemos cambiado tanto, que me pregunto qué sentido tiene volver, si debe ser una copia de lo que vaya escribiendo en otros sitios y no su origen, como fue en su día, si LinkedIn es el lugar donde estar, si no cabe todo aquí, si merece probar una newsletter, si nada merece tanto o si todo merece algo. Y mientras tanto, intento rescatar aquella ligereza de otros tiempos y vagar sin más pretensión... 

Comentarios