40 urte... eta badugu gerorik / Apuntes de un nueva final de Copa

 Mi txapela forofogoitia ha cumplido cuarenta años. No es que me acuerde exactamente pero fue un regalo de mi suegra para el viaje a Madrid a la final de Copa de 1984. Cuarenta años después, con muchas vivencias a mis espaldas, ha vuelto a festejar un triunfo copero del Athletic.

La libreta forofogoitia es posterior. Nace como etiqueta en este humilde blogsito. Pensé que con el final del viejo San Mamés era un buen momento para que acabase. Sin embargo, no he podido resistirme a seguir escribiendo de vez en cuando. Y tenía decidido escribir unas notas sobre esta final de Sevilla, con lo bueno y lo malo. Ah, pero... ¿ha habido algo malo?

40 urte pasa eta gero... berriz ere Kopako txapeldunak. Bazen garaia, bazen zama astuna arintzeko tenorea, belaunaldi berriek antzeko zerbait bizitzea aukera izatekoa... Garaipenaren ondoren, errazagoa da gerorik badagoela, gerorik badugula baieztatzea.

De Athletic Hiria ya escribí en 2012... Me reafirmo. Ni me gustan estas fan zone, ni me encuentro cómodo en ellas (¡menudo patatal el de esta ocasión!)... A veces acudo, pero prefiero estar en sitios con alma, sea Sevilla, Barcelona, Madrid... Por ejemplo, dos propinas digitales: Casa Vizcaíno (con tilde), cervecería castiza, y El Caserío, gran recomendación para ir comer que me hizo el amigo Héctor. Cuando llamé para reservar me dijo Ana, la dueña que el día 6 de abril sería un sábado normal en Sevilla y que allí apenas hay Iñakis... Menos mal que tenía bien apuntada la reserva.

Ambiente, de lujo antes. Ya me dirán cómo han calculado cuantas personas fuimos a la capital hispalense. Entre el tsunami rojiblanco, incluso algún reencuentro inesperado, como con compañeros de la antigua preferencia lateral. Poco ambiente después; lógico, visto dónde estaba el campo, la hora del partido... Como he leído, procesión de zombis. Convivencia sin problemas con la gente de Mallorca y nativa sevillana. Incluso apunté a uno lo que significa "alua" en euskera, nombre de uno de los patrocinadores del club bermellón, con la cara de sorpresa y la risa posterior. Ah, de madrugada, un sevillano sevillista me pidió la txapela para hacerse una foto. Muchas felicitaciones por el camino,

Del tema entradas, poco hay que decir de nuevo. Si acaso, que es curioso el mercadeo... y la constatación de quienes que se consideran por encima de todas y todos, con derecho a casi todo (sí, algunos ex jugadores por ejemplo) o de quienes alardean de contactos. Precios por las nubes si se trata de una fiesta del fútbol. Proceso farragoso... que parece no falló; menos mal. 

Viendo el final del partido (en una terraza por televisión, que en Athletic Hiria poco se podía ver, con mi altura al menos) me dijo otro hincha rojiblanco que parecía que yo era de hielo. No; lo que pasa es que la procesión iba por dentro y veía perdida la final si íbamos a penaltis, así que tenía de antemano esa resignación que llevamos años alimentando. Y la tensión, las lágrimas, los recuerdos, los abrazos.. llegaron después. Pero, qué fina es la línea entre el éxito y el fracaso, una pizca de suerte... ¡Cómo no empatizar con los perdedores!

Esa fina línea entre las lágrimas de alegría y las de tristeza
Esta vez, he llorado de alegría como @iriarte_itziar @bilbainos 🥹

— Iñaki Murua (@imurua) April 8, 2024

Declaraciones comedidas (excelentes Aguirre y Txingurri; éste se ha ganado un zortziko solemne). ¡Bien por ellos! E imágenes impagables, como la foto de Julen Agirrezabala y Unai Simón.

Sorpresa con algunos seguidores y seguidoras. Yendo al mundo de la música, por ejemplo, sabía que Txetxu Altube es del Athletic (otro que se emocionó) como Gazituaga, no me extraña que Tontxu felicite, pero ver una foto de Rebeca Jiménez con camiseta rojiblanca o que Rozalén sea seguidora por su padre (o, al menos, su perro lo es)...  De algunos peregrinos comentarios (lo de siempre, pero con la aldea global, llegan enseguida y se expanden fácil) mejor ni hacerse eco. 

Familia. Cosmovisión. Valores compartidos. Peru no se acordará de lo sucedido (o lo que sucederá mañana), verá fotos... pero el testigo también ha pasado de generación. Recuerdo aquella frase que me susurró al oído Garazi en la famosa semifinal contra el Sevilla: "Aita, ya he entendido qué es San Mamés". Ahora les toca a ellos. Creo que tenemos futuro, seguimos teniendo futuro. Más si a veces ganamos.

Han cambiado los sueños