Saludos (a)normales... o distorsionados incluso
Nos recomiendan que cambiemos de hábitos en esta nueva (a)normalidad ("realidad distorsionada" en palabras de Ximena). Uno de los aspectos más evidentes creo que es el de los saludos. No hay más que observar cómo lo hicieron Pedro y Pablo (no me refiero a los Picapiedra, como pueden pensar algunas personas más talluditas o viejóvenes, sino a Sánchez y Casado) antes de los tiempos de confinamiento (apretón de manos) con el de hace una semana (choque de codos). He encontrado, incluso, un montón de figuras e imágenes gratuitas en freepik.es con "saludo codo" (no descarto utilizar alguna en esta entrada 😅). "Choque de codos", por su parte, tiene su entrada en Wikipedia; allí leo que la traducción inglesa ya fue en 2009 palabra del año para el New Oxford American Dictionary (apunta por si te presentas a algún concurso de preguntas, que nunca se sabe).
Sobre los codos hay opiniones de todo tipo. Por ejemplo, escribía Patrycia Centeno (que de eso de lenguaje corporal sabe un rato) que le parece ridículo. Esther Vicente, por su parte, amenaza directamente
No me gusta que me saluden con el codo. No me saludeis con el codo. Muerdo con mascarilla y todo.
— Esther Vicente (@Basatitxiki) August 27, 2020
Tampoco le gusta al periodista Javier Vizcaíno; su tuit al respecto tuvo ayer unas cuantas respuestas. Incluso hay quien ha defendido que el saludo de codos no es tan higiénico, si se han seguido las recomendaciones de buenas costumbres actuales para toser o estornudar, como se puede ver, por ejemplo, en las citadas respuestas.
Asimismo, entre bromas y no bromas, escuché en tiempos de confinamiento a Óscar Terol en Más que Palabras el alivio que le suponía no tener que saludar con besos (y luego que el codo era su zona erógena de toda la vida). Soy consciente de que no pocas personas sienten semejante alivio, que, según estoy leyendo, a los vascos y vascas lo del beso al saludar parece que no nos va mucho.
Sin embargo, saludar es una cuestión cultural. Y no siempre sencilla pienso yo; o, al menos, así lo he vivido en más de una ocasión. Si buscas en Google, por ejemplo, de "como saludar" salen casi 17.000.000 de entradas. Y en una de las primeras, por ejemplo, ("la importancia de saludar correctamente") ya se refiere a la determinación o fuerza que debe tener un apretón de manos. Claro que también puedes encontrar una brevísima Guía definitiva de saludos del mundo.
Para acabar, una reflexión que escuché el otro día (no he encontrado la fuente):
un abrazo puede transmitir distancia; una mirada, cercanía.
Me quedo con la mirada...dice mucho.
ResponderEliminarComo curiosidad añadir que el origen del "choque de palmas "o "estrechón de manos" es milenario...se trataba de acercarse al vecino o rival en señal de amistad, comprobando ambas partes que no iban armadas.
El codo no deja de ser transmisor.....y traicionero.
Bienvenido por aquí, Olaba.
EliminarGracias por la visita y por el apunte.
Ahora resulta que la OMS desaconseja el saludo con el codo (vía La Sexta)
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