¿Es plagio o es error?

Me acaba de pasar. Suelo comentar que soy bastante selectivo, por decirlo de manera suave, con las solicitudes de contacto o amistad que me llegan en los sitios de redes sociales, LinkedIn por ejemplo, por aquello del "dime con quien andas..." que también suele resultar en digital. Y me ha dado la pista para descubrir un plagio, toda la pinta me parece, o un lamentable error, según la respuesta recibida.

El viernes me llegaba una solicitud vía LinkedIn de una persona a la que no creía conocer; antes de responder afirmativamente u olvidarla, miré la información de su perfil. Entre las publicaciones que tenía, había una artículo que me llamó la atención porque en el título aparecían "comunidades virtuales" y "profesores". Llegué al mismo, y la sorpresa inicial, transformándose en enfado creciente: no es que reconociera mi voz en el discurso del texto, sino que parecía mi propia voz. Fui a las referencias bibliográficas y yo no aparecía, pero sí artículos y personas que yo he citado; alguno, incluso, creo que no fácil de encontrar en la Red (de hecho, desapareció el blog original y la autora reescribió la entrada a petición mía). Mi mosqueo era considerable.

Muy mosqueado. Por primera vez analizando posible plagio de producciones mías.

— Iñaki Murua (@imurua) 31 de marzo de 2017

Julia Velez en Flickr

Miré distintas herramientas para comparar textos. Mi publicación en Facebook, comentando el hecho, recibía reacciones, comentarios, apoyo... En Twitter Jabokatu me recomendó que pidiera que otra persona revisase los textos, por aquello de la calma y la objetividad, consejo que también seguí. Y se me ocurrió escribir a la persona en cuestión, pidiendo explicaciones.

La persona respondió con bastante rapidez. Indicaba que lo sentía, que había leído el texto de mi tesis (bueno, eso tiene su mérito, jeje) y que le había parecido de interés, que se debía a un error el hecho de no citarme, que con las prisas había enviado una versión del artículo a la revista que no era la definitiva, pero que era la que se había publicado, que iba a mandar la versión correcta para que subsanen el error. Admito las disculpas, como admito pulpo como animal de compañía. Si fuese una frase puntual, pase, pero son demasiadas las coincidiencias. Y, como sabes, tengo cierta experiencia como escritor, revisor y editor de artículos.

Veremos si hay versión corregida del artículo; le he pedido que me haga saber cuándo eso suceda, para poder leerlo de nuevo. Según me comentan muchas personas, es un hecho habitual lo del plagio, sobre todo en otras latitudes. Incluso me han llegado a contar de un plagiador que fue a su vez plagiado. En todo caso, esto del plagio no creo que sea cosa de los tiempos líquidos; de hecho, si no hubiese existido Internet (ni LinkedIn y las peticiones de contacto), seguramente ni me hubiese enterado.