Ya estamos en temporada de promesas

 Acabó una larga pretemporada y ya estamos en esa campaña electoral, tiempo de promesas. Oía el otro día a José Antonio Pérez "malpensando" en Más que palabras sobre la utilidad real de las campañas electorales, y yo también lo pensaba viendo por la calle carteles y pancartas, publicidad en los buzones, el bombardeo en los medios de comunicación... Claro que siempre nos quedará gente como Aritz Agirre para sacarnos una sonrisa en su "Feliz" de Boulevard, porque anda que no le ofrecen material como para ello.

Volviendo a hilar ideas, ponía algo el otro día en Twitter sobre lo de dejarlo todo para el final, tras cuatro años en los que parece que hayan olvidado qué han hecho (y qué no), como esa estrategia que parece equivocada para aprender (a veces sí vale para aprobar), comparándolo con lo escuchado a Héctor Ruiz Martín el pasado jueves.

En todo caso, veo a mucha gente que pasa, a quien va a votar porque conoció o supo de otros tiempos peores en los que no se podía hacer, a quien acaba votando por exclusión o por eliminación. De todos modos, también en ocasiones se apela así al voto útil, al que más vale esto que otro que pueda gobernar, a ese voto de rechazo o  las coaliciones negativas que leía a Antoni Gutiérrez-Rubí.

Urna

Hauteskunde-kanpainek ba ote dute arrakastarik botuak alde batera edo bestera lerratzeko? Oso ziur daudenek ez dute horien beharrik botua erabakitzeko, eta ziur ez daudenek ez dakit zeren arabera erabakitzen duten. Badirudi abstentzioa saihestu nahi dutela alderdiek (oraingoan ere bai) eta, sarritan, beldurraren botuaren edo erabilgarrien den botuaren bila dabiltzala, nork bere proposamenetan sakondu beharrean. Are; hiritarra memoriaz juxtu samar dabilela pentsatzen dutela ematen du, urteak izaten baitituzte zertarako gai diren edo ez diren edo izan daitezkeen frogatzeko, azken ordurako utzi gabe. Eskerrak hemerotekak eta horrelakoak eskurago ditugula orain.

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