Las estadísticas están para romperse

 Hace poco leía unos tuits de Lander Otaola en la que se recogían dichos y frases típicas de cuando era chaval y jugaba al fútbol en la calle, que yo, aún siendo mayor, también recordaba de aquellos partidos que parecían de verdad aunque durasen un recreo. Siguiendo con esas frases típicas y tópicas (paradigmática, la famosa de Boskov, "fútbol es fútbol") también tenemos una que se repite machaconamente: las estadísticas están para romperse.

Y es que ha andado escribiendo Julen sobre datos y deporte. Incluso leía una noticia en la que basándose en distintos datos pronosticaban que el Athletic quedará el octavo esta liga. Menos mal que, y sigo con otro tópico futbolero, el fútbol es un estado de ánimo (ésta, de Valdano).

De un tiempo a esta parte, dan un montón de datos en los partidos. No sé si tiene que ver con el cambio de la concepción en el mundo del deporte, de si por influencia de otras culturas y deportes (pienso, por ejemplo, en el baloncesto y los EE.UU) se aportan estadísticas... si bien lo que acaba dando victorias y puntos son los resultados. Vamos, que puedes tener más tiempo de posesión (parece que está bien considerado esto), si has corrido más o menos kilómetros, más o menos rápido, has tenido más ocasiones de gol, tiros y tiros a portería... pero si no has metido más goles que el contrario, resulta que pierdes.

Y hay incluso quien se obsesiona con recoger datos... Recuerdo a un colega que tuve en mis tiempos de delegado en fútbol base, que venía del mundo del baloncesto, y recogía un montón de datos, si bien no sé hasta que punto les sacaba luego rendimiento adecuado. Claro que con las tecnologías, parece que esos múltiples datos (uso de GPS incluidos) dan sus resultados.

En definitiva. Si todo en el deporte se resolviese por los datos y la estadística... igual no tenía interés ni emoción.