Promesas incumplidas y juguetes rotos en el fútbol

Asistimos, con demasiada frecuencia, a espectáculos, y no precisamente deportivos, en deporte base; incluso en deporte escolar. Muchas de ellas protagonizadas por familias que esperan que su vástago sea una figura del balompié (un millonario en calzoncillos que diría Mikel "Eztabai") Incluso, guarda cierta relación con ello la nueva tarjeta, la tarjeta negra que este año creó la Diputación del Territorio Histórico junto a la Federacion Vizcaina de Fútbol.

Más aún; circulan vídeos, casi en plan viral, e incluso fomentados en la medida que en medios de comunicación dan cuenta de ellos, de niños que se anuncian como "lo más" en cuando a sus habilidades futbolísticas. Una simple búsqueda en You Tube de "niño futbolista" da más de 4.000 entradas; "niño futbolista prodigio", más de 2.600.

Y, posiblemente, pocas personas son conscientes de que la gran mayoría queda en el camino. Y me refiero al mundo del fútbol por ser quizá el de más extensión, pero, sin duda, hay más ejemplos en otros campos.

Claro que puede ser más grave aún la situación que plantea Montserrat Boix en el reportaje "20.000 jóvenes africanos, afectados por la promesa incumplida del fútbol", emitido en el Telediario de RTVE el 24 de abril. Con grandes intereses económicos de por medio. Verlo, estremece, desde luego (y fíjate que soy un forofogoitia, aunque no tome tantos apuntes en mi libreta).

Veinte mil jóvenes africanos, afectados por la promesa incumplida del fútbol

Y, mientras andaba cocinando este post, me encuentro con dos interesantes entradas, vía Mikel Agirregabia, en el blog Hay derecho, que dan una visión complementaria, desde dentro del mundillo pelotero:

• La educación del futbolista profesional (I): la visión de un ex directivo (de Alvaro Delgado)

• La educación del futbolista profesional (y II): la visión de un ex futbolista (de Borja Criado)

Miguel Gimenez, mtracker, en Flickr, con licencia CC