Cerca del final de una vida / Bizitza ahituta

Lo lees, te lo cuentan, pero no es lo mismo: parece que hay etapas  o experiencias, por las cuales, de manera inexorable, debes pasar a lo largo de tu vida. Me impresionó ser padre, por ejemplo. Estos días me ha tocado una contraria.

Chodaboy en Flickr

He pasado por la muerte de familiares cercanos, muy cercanos; estando presente incluso en sus últimos momentos de vida. Te marca, por supuesto; aunque quizás el hecho de haber estado ligados los procesos a enfermedades que sabíamos terminales, los más cercanos al menos, te da tiempo a hacerte poco a poco a la idea de la pérdida, y acabas agradeciendo que el final no se prolongue en el tiempo.

Esta semana la experiencia  ha sido similar; similar tan solo, porque es de suponer que no volveré a ver a una persona de mi familia. Y te aseguro que me ha impresionado esa despedida y el último beso, tranquilo y aparentemente sereno, en un momento de lucidez.

Y recuerdo ahora, cambiada de alguna manera, el poema de Cesare Pavese: esa muerte, que vendrá, la he visto en sus ojos... y en su despedida :-(


Hurbileko senitarteko bat azken aldiz agurtu dut seguruenik. Eta zinez hunkitu nau; aurrekoetan bizi izandakoek ez dute, maila kontzientean behintzat, honen antzik izan: bere soan eta ustegabeko agur lasaian ikusi dut heriotza oraingoan.