De palabros y eufemismos

 Releyendo viejas entradas, me ha parecido que cuando comencé la travesía del Botxo al ciberespacio en este humilde blogsito escribía algunas que hoy estarían bastante más cerca de un tuit (sobre todo desde que se cambió el número de caracteres por mensaje). Así que, con el cambio de costumbres, la mayor rapidez etc. hace que ahora esas entradas sean tuits, si bien en ocasiones sigo echándoles un vistazo para acercarte algunos por aquí, por aquello de tener una mayor duración en el tiempo, si es que cabe en los tiempos líquidos.

Algo similar me ocurre con esto de los palabros; ya te lo he contado en más de una ocasión por aquí (por ejemplo, en febrero de 2019, De palabros y palabras). Sin ser constante ni especializado en ello, que hay cuentas interesante en Twitter por ejemplo (alguna comenté, sin ir más lejos, en la entrada De palabros y diccionarios de marzo de este mismo año), sigo recogiendo algunas. Y no cabe duda que estos tiempos de nueva (a)normalidad están resultado propicios para ello.

En pxhere.com. Dominio público

Uno reciente: confinamiento perimetral. Con una aclaración necesaria, tal y como comentaba con Mikel Iturria @iturri: cuál es perímetro que delimita el cierre, a qué territorio nos referimos (comunidad auvtónoma, provincia/territorio histórico, ciudad o pueblo, barrio...).

Hay otros que oscilan entre el palabro y el eufemismo. Voy con dos: medida (más) quirúrgica de restricción de movilidad y autoconfinamiento voluntario. Claro que eso ya lo cantó de una forma clara Olaya Alcázar, allá por marzo de 2020: Quédate en tu puta casa.

Y es que no sé si esto pinta ya muy bien. ¿Qué no hemos aprendido todavía? Más aún: me temo que el panorama que pintaba hoy Isaac Rosa en Eldiario.es (Cuando te quieras dar cuenta estás otra vez en el balcón a las ocho y sin ganas de aplaudir) no nos parece tan descabellado.

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