Puesto a escoger entre bares y VAR
Van a conseguir que deje de interesarme el fútbol. O mejor dicho, que me dé cuente de que me gusta el fútbol, pero no ese espectáculo que parece alumbrarse en la nueva (a)normalidad) basado en lo que antaño fuera el fútbol. Y un ejemplo de ello es el VAR, o el uso del VAR, que también aquí parece que la cuestión primordial no es la tecnología sino el uso que se haga de ella. Algo tuiteé ayer, sí.
¿Los "extraños" y cambiantes criterios del VAR son la nueva normalidad de @LaLiga ?— Iñaki Murua (@imurua) July 5, 2020
Si ya digo que a mí lo que me gusta(ba) es el fútbol y entendiendo los errores de quienes tienen que decidir rápido y sobre la marcha
Leía al gran Latxaga (aunque sea comprensible, qué lástima para quienes le seguíamos que haya abandonado su blog para pasar a columna en un medio que se lee por suscripción)
este VAR [que,] lejos de ser una solución, es un desastre a cámara lenta.
Otro histórico, como Alfredo Relaño, escribía la semana pasada que el VAR es la especie invasora del fútbol.
Vamos a ver. Uno es empático y hasta solidario con quienes arbitran, que por algo ha tenido a sus vástagos en ese mundillo en sus años más mozos, y a uno, además, por unos cuantos años (no es fácil ser el padre del árbitro en un partido, y eso que no suelen acordarse tanto de uno como de la madre). Reconozco que es difícil arbitrar, pero creo que más cuanto más abajo en las categorías y en soledad. Por otra parte, la dedicación exigida y la trascendencia de las decisiones en las categorías superiores del balompié está, pienso, bien remunerada en este momento.
Uno cree en la honradez, aunque en no pocas ocasiones crea ya que es como el valor en la mili (se le supone), ve que se toman decisiones para no comprometerse (y en según qué condiciones, es comprensible), pero esto debería ser como la mujer del César. En no pocas ocasiones, además, surge el espíritu gremial a la hora de valorar, ya tú sabes lo que pasa (¿cómo era aquello de que entre bomberos no se pisan la manguera?)
Y es que, explicaciones peregrinas al margen (lo de "es cierto que piso un poco la bota de Raúl pero no lo veo" es para guardarlo en algún anal, desde luego), hasta puedo entender que no se pitara penalty de Sergio Ramos porque Raúl García no estaba en posición de disputar el balón, lo que dice el Reglamento etc. etc. Pero, ¿y la posición del referée no es óptima para decidir si es penalty o no en la jugada que se rearbitra desde el VAR? (en directo no me di cuenta yo tampoco, pero la repetición no da lugar a dudas de lo bien situado que estaba González González, punto positivo para él por ello, pero no vio nada punible) ¿y dónde estaban para ver la agresión del ínclito Ramos en una jugada en la que el balón sí andaba por allí? (tampoco me di cuenta en directo, claro que ahora solo ves lo que te dan en las imágenes televisivas; tampoco sé como valora el capitán madridista el "encotronazo" en este caso).
En definitiva: que los errores se pueden comprender y perdonar cuando alguien decide en décimas de segundo sin posibilidad de una segunda visión de la jugada. Pero si se puede examinar con todo cuidado y el tiempo que haga falta, si los criterios no son claros, si la tecnologia depende de quién la esté usando, si reinventamos reglas (anda que con las líneas del fuera del juego)... Esto no es fútbol. Es otra cosa. Aunque mueva mucho dinero y lo veamos en el bar.
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