Sara Lugarda, Invierno

Con esa costumbre que tengo, de acabar muchos de los días con un tuit musical (todavía Eztabai parece no haberse dado cuenta y solo me fustiga con las entradas en el blog) encontré a Sara Lugarda así como por casualidad hace unos meses (y es que como mayo anda marceando, casi parece que todavía no nos haya llegado la primavera)
Se define así en su perfil tuitero (con emoticono incluido)
Cantautora, Maestra, Escritora a tiempo parcial y completo. Musicoterapeuta y una risueña de la vida :)
Y aceptó entrar al juego (o reto, según se mire) de presentar una de sus canciones.

Esto nos cuenta de su tema "Invierno"
Invierno nace de todo aquello que en algún momento no nos atrevimos a hacer o decir pero que sin embargo nuestras acciones terminaron delatando junto a las emociones que se creían camufladas siendo claramente visibles. Refleja una mente que decide caminar por las alturas, libre y sin ataduras, recorriendo cada uno de los senderos que encuentra de una manera intuitiva, provocando así desenlaces inesperados, dejando finales abiertos, incompletos o cerrados a cal y canto. Ésta canción nos recuerda que nunca estamos solos a pesar de que nos abrace un huracán o nos zarandee un gran remanso de paz.
Invierno es el vivo retrato de un corazón gobernado por la música y todos los entresijos que eso conlleva. Es la necesidad de compartir lo más profundo que ocurre dentro de un ser humano que se vuelve altamente vulnerable ante las circunstancias, con el resto de la humanidad, mediante la voz y la guitarra, siendo siempre mis mejores y más fieles compañeros de viajes absolutamente inolvidables.

Cada palabra prohibida que se cuela sin querer Por debajo de la savia que destila nuestra piel. Cada paso de gigantes nuestras mentes dan sin avisar a un precipicio que no sabemos donde irá. Cada cuerda acariciada de ésta guitarra entre mis manos hay proclamado varias guerras victoriosas con mis labios. Vuelve la primavera a mis zapatos
enredados, voy recogiendo agua de lluvia en
otros charcos. Puede que de repente el sol me
abrace con sus rayos. Pero en éste invierno yo decido contagiarme de la historia que cuentan tus manos.

Comentarios