Mejorar tu reputación en Internet
Leo en Eroski Consumer un artículo titulado "Cinco pasos para mejorar tu reputación en Internet". De primeras pensé comentar algunos aspectos en un tuit, pero no preveía que no me iba a dar en 140 caracteres. Así que, costumbre viejuna seguramente, opté por convertirlo en entrada. Así, de paso, cumplo con el quinto mandamiento... del artículo. Vayamos con las propuestas que hace Jesús Garrido, autor del mismo.
Sobre la reputación digital, y el comportamiento, desde hace tiempo vengo comentando que todo se reduce, en esencia, a prudencia y sentido común. Lo que pasa es que a veces las coordenadas en las que nos movemos (y las "horas de vuelo", para qué negarlo) en el ciberespacio y en presencial no son las mismas. Ni el eco ni la trascendencia de lo que hacemos y decimos/escribimos, que, y siento repetirme, una de las características es la ruptura de las coordenadas espacio-temporales, y la plaza del pueblo o el barrio se han ampliado hasta ser esa aldea global.
A mí me resulta difícil separar el aspecto laboral del personal, tanto en presencial como en la Red. Al final, soy yo las 24 horas del día los 365 (o 366, como este año) días del año. Las fronteras son difusas en los dos entornos, pienso yo, aunque tratemos de hacerlo. Una de las propuestas es separar, crear un "perfil profesional" separado del "perfil personal"; sin embargo, yo no lo he hecho, pese a haber tenido alguna duda al respecto. Si ya cuesta cuidar esa reputación digital, como propone el texto por otra parte, si tiene que ser por partida múltiple debe ser una locura; además, basta con que alguien haga una relación de ambas para que ese cuidado resulte inútil. Vamos, como aquel chiste o "susedido" del que llegó de primeras a un pueblo a vivir, y le dijeron que en ese lugar a todos les ponían mote; el dijo que "tomaría precausiones", así que desde el primer momento ya tuvo el suyo: "Precausiones". Más aún; si se da esa separación, intuyo que los distintos modos de calcular la "influencia" (se me ocurren Klout o Alianzo), se verán "perjudicados".
Sobre tener un blog sobre asuntos y temas laborales, pues bien. Pero, y aquí lo digo por experiencia, si ya cuesta mantener vivo y "en buen estado de revista" un humilde blogsito, ese quinto consejo tiene lo suyo. Salvo que sea alguien que lo monetice, que una parte de su actividad laboral sea ese blog. No es el caso de éste, desde luego. Además, escribir sobre lo que se te ocurra es más divertido... al menos para mí.
Los otros consejos (buscarte en Google, o sea, egosurfing, tratar de borrar lo no conveniente, actualizar los perfiles y la privacidad)... pues eso. Por ejemplo, se pueden tener en Facebook grupos de "amigos" con opciones limitadas para tratar de equilibrar el no parecer arisco y la sobreexposición ante tanta gente. Incluso se podría hacer alguna recomendación más, porque también en la Red se cumple aquello de "dime con quien andas..." y no siempre somos cuidadosos con esas solicitudes de contacto. ¿O sí?
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