Ante el folio en blanco

Estábamos en época electoral, al final de la campaña. Y no me pude resistir a sacar la foto: preparativos para una declaración de candidatos (para un mitin no había muchas sillas) y la carpeta en blanco, sin papel aún, ante el micrófono en el atril.

Me vinieron distintas ideas según veía la imagen en el teléfono: desde el temor a quedarse en blanco ante un auditorio, aunque no sea grande, y ante las cámaras; el discurso que se prepara a última hora o se improvisa, según lo que haya ido resultando; ese discurso que se lleva doblado en el bolsillo o entrega la persona asistente justo antes de comenzar. Incluso en esos principios, que se pueden cambiar si no gustan (ya lo decía Groucho Marx). O en esas líneas rojas, que tan de moda se han puesto de un tiempo a esta parte. O, yendo más lejos, en la necesaria flexibilidad para ser capaz de pactar.




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