Oteando el invierno y el final de 2019

Han pasado unos meses desde que la Vuelta ciclista pasó por el Botxo. Y si bien creo que hay deportes, como el remo o el propio ciclismo, que se ven mejor por televisión, esta vez me acerque a las faldas del Arraiz para ver pasar a los ciclistas. Porque también un deporte (o espectáculo en general) sin espectadores me parece que resulta un poco deprimente.

Ya no es como cuando era niño, que no entendía la espera para verlos pasar en un pis pas, sin casi distinguirlos; por eso escogimos una cuesta arriba, para poder verlos subir despacito al menos. Y ni aún así. Pero al menos pude ver alguna imagen, como ésta de quien subía haciendo el caballito, que es posible que no se recogiera en la retransmisión, que suele fijarse más en cómo va la etapa y los aspirantes a ganar.


Repito que no me frustra ya ese paso rápido tras la espera (o no tanto, porque sé lo que hay), tal vez porque con la edad haya aprendido algunas cosas. Pero también es cierto que tras una espera, más o menos larga, pasó el verano, pasaron las vacaciones y, en nada, pasará el año 2019. Como escuché el otro día a Almudena Cacho

Mientras, seguimos sacando (y colgando en no pocas ocasiones) fotos, vídeos... tal vez queriendo retener un poco ese tiempo, que tan rápido va pasando, y sobre cuya fugacidad me doy cuenta que vuelvo una y otra vez; ¿cosas de la edad?

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