Los grandes nos controlan

No por menos sabido deja de sorprenderte cuando te mandan un mensaje de correo electrónico en el que te invitan a redescubrir lo que has hecho en 2019; qué digo, en toda la década. Y entiendes por qué ves en sitios de redes sociales compartido un montón de veces quién es el cantante favorito de cada persona, la canción que escuchas más... en un entorno determinado claro. Se trata de Spotify esta vez. Por cierto, ¿cuándo acaba una década?


De primeras también pensé en compartirlo, porque era muy fácil hacerlo; de eso también se encargan. Pero luego pensé más en la reflexión del post.

Saben mucho de nosotras y nosotros. Tal vez hasta un punto en el que no podemos imaginar. De otro modo ya lo ha escrito el consultor Julen Iturbe-Ormaetxe en su blog: la pornografía del Big Data. A costa de escuchar música gratis te tragas algún anuncio que otro... bien personalizado, seguro. O pagas una pequeña suscripción si te haces usuario premium para, en principio, evitar el anuncio pero supongo que no el control. Pero, repito, controlados y quizá ya es tarde para bajarse del tren.

De todos modos, quien me lea el blog sabrá que me gusta Ismael Serrano, que he ido a unos cuantos conciertos suyos... ¿no?


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