Conociendo Extremadura

En ese paréntesis laboral primaveral, que ya va convirtiéndose en habitual, este año nos hemos acercado a una tierra que solo conocía de oídas: Extremadura, y más en concreto, al Valle del Jerte, aunque al final también hemos visitado los valles vecinos de La Vera (donde el pimentón, sí) y el del Ambroz. Así que vamos con algunas notas y alguna propina digital, en lo que podría ser otro capítulo de esa Guía Murua.

Me han sorprendido el verde y el agua, muy presente en la vida del valle. Bueno, y el rojo de los cerezos con los frutos madurando, cuando no para ser ya recogidos. Si ver el valle en época de flor debe ser espectacular, tampoco está mal la época de la cerecera... y poder "robar" alguna mientras se pasea, aunque digan que no está recomendado, por aquello de los insecticidas y demás.


Mucha casa rural, no tantos hoteles. Y aunque el turismo sea uno de los recursos con los que cuenten, en época de recoger cereza está clara la prioridad: había sitios que solo abrían en fin de semana, aunque cerezas vendían en casi todos los lugares, en las cocheras... Por cierto, nos encontró dar con el núcleo urbano reconocido como conjunto histórico-artístico de Cabezuela del Valle. El resto de núcleos urbanos del valle sin excesivo interés; me atraen más las piscinas naturales, por ejemplo.

Sin embargo, muy bien señalizadas las rutas para andar. Está muy bien la zona para ello, para hacer senderismo de mayor o menor nivel de exigencia y duración. Algunas de las que hicimos:
  • Ruta de los Pilones, partiendo del núcleo urbano del Jerte (y hay opción de recorrido más largo, circular).
Los Pilones

Nos aconsejó perfectamente Andrés, de la Hospedería donde nos alojamos. Así, además de las excursiones en el Valle, nos acercamos a:

  • En la zona de Valdastillas, en el mismo valle, y es posible acercarse hasta los lugares en coche: Cascada del Caozo y Garganta Marta.
  • Valle del Ambroz: fuimo por el puerto de Honduras a Hervás (mejor la ida, que vas por la parte del puerto que no da a precipicio; eso sí, 32 km para los que se requiere 1 hora aproximadamente). Merece la pena perderse por la judería; eso sí, no encontramos esa calle tan estrecha que dicen, y lo de la Casa de las Muñecas, casi pasas de largo. También es interesante la visita a Granadilla. Vuelta por Plasencia, que tal vez sea un punto para campamento base en una próxima visita, y así visitar Trujillo, Gata, Las Hurdes...
Vistas desde el Castillo de Granadilla
Algunas propinas digitales, que también ha habido tiempo para ello (y me quedé sin visitar el mesón "El 60" de Hervás, que casualmente, cerraban por descanso el día que estuvimos por allí):

  • Venta Isabel, en Navaconcejo: apunta buenas maneras Ander que hace poco ha tomado las riendas del negocio. Picoteo (tablas, embutidos, hamburguesas, tostas...) y carnes, con algunos vinos extremeños por copas. Sede de la Peña Athletic del Jerte. Ah, y los embutidos los elabora su padre.
  • La Tenería, en Jerte: vinos por copas, picoteo, carta más elaborada...
  • El Castillo, en Cabezuela del Valle: buen menú (que tenga mucho movimiento de gente así lo atestigua).
  • El Almirez, en Hervás (aunque esa gestión en redes deje un poco que desear, con un blog sin actualizar y un perfil de persona en Facebook): cocina elaborada, con platos de nivel. 
  • Los Leones en Garganta la Olla: comida típica, con vino opción de propio.
  • Bar el Albero en Plasencia: sede de la peña " Las Tres Catedrales" (las dos de la localidad más San Mamés): cervezas bien tiradas en ambiente rojiblanco.

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