De principios y conciencias, quizá

Hay ocasiones en que me acuerdo de aquellas asambleas de los tiempos universitarios en la Facultad de Ciencias, donde la discusión solía empezar con si las decisiones eran o no vinculantes. Porque luego viene si estoy de acuerdo o no con la decisión tomada en grupo (asambleario, en aquel caso)... aunque ello pueda ir contra de mis intereses, o de lo que yo piense, o lo que yo crea, si vamos a un nivel más profundo... sin llegar a aquello que se atribuye a Marx (Groucho) de los principios y los cambios de ellos.

¿Cabe hablar de obediencia  (o de "obediencia debida") sin tener en cuenta quién es la persona superior? ¿Cabe hablar de disciplina, sin tener en cuenta que leyes u ordenamientos observamos? De persuasión y coacción ya ha escrito Juan Tortosa en su blog. De conciencia y votos (y sistema electoral), lo ha hecho Javier Vizcaíno, por ejemplo.

"Elijo elegir".
Poema de Joaquín Araujo que vi en el restaurante Cuca la vaina de Castrillo de Polvazares (León)

Quizá ante tanta duda (o, quizás certeza), ante posibles victorias y derrotas, diferencias entre medios y fines, cuesta mantenerse asociado a otras personas renunciando a la libertad individual (y a la conciencia, los principios...). Quizá por eso hay "verso suelto" y/o "libre", aunque a los versos, sueltos o libres, quizá por aquello del ser esclavo de lo que dices y no callas, suela intentar encasillarlos casi siempre, quizá no siempre con éxito. 

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