Curiosidades en la aldea global con lo del día de Internet

Siguiendo el camino de hace nueve años, dedico una entrada al Día de Internet, en este caso a posteriori. y basándome en distintas noticias que me han llegado a través de medios de comunicación diversos, todas las cuales nos dan a entender que en la aldea global se dan problemas relacionados con la ruptura de las coordenadas espacio-temporales. ¿Nuevos?

En Boulevard de Radio Euskadi, locutaba (palabro de cuando frecuentaba Punto Radio ¡qué tiempos!) Diego Aranbalza una noticia referida a un sueco que está teniendo gran éxito de ventas con un teléfono móvil que básicamente vale para llamar, dejando de lado los smartphones, con muchas posibilidades poco usadas y que nos controlan (no sé si se refería solo al tiempo que nos pueden quitar o al control real de lo que hacemos, de donde estamos...). Ya, también los neoluditas existen, aunque dudo que estas gentes usen siquiera un móvil de los de "a pedales". Y yo no lo tengo tan claro... aunque para leer y escribir siga tirando más de ordenador, incluso de papel. Lo de los lápiceros, como Rosa Ribas, casi he perdido la costumbre... aunque para corregir originales, propios o ajenos, sí que sigo usando lápiz... o boli, rojo normalmente. Y debo admitir y admito que mi "pda" es de las de papel.

En contraposición a ese éxito, y vía Jordi Jubany, veía una noticia en ABC referida al tiempo que "perdemos" (entrecomillado mío) en la Red, en los sitios de redes sociales. Cierto. Pero tampoco es menos cierto que antes se pasaba el tiempo mirando por la ventana o el balcón, y/o en la plaza. Solo que ahora nos han cambiado las ventanas y las plazas. Por cierto, la foto que "ilustra" la noticia (por decirlo de alguna manera), tiene interesantes lecturas ¿no?

En Deia se refieren al problema que se le ha planteado a un ministro francés por un "me gusta" a una foto "inadecuada" desde su cuenta de Twitter. Claro, él no ha sido, sino alguien del equipo que lleva la cuenta. No acabo de entender eso de que en los tiempos de prosumición, de prosumirtuar que diría Héctor Ríos, de consumir, producir e interactuar, esos perfiles personales se lleven desde equipos. Ya, la falta de tiempo me dirás, pero ¿no estamos un poco cansados ya de "púlpitos digitales", de Internet como otra vía más de dar mensajes y propaganda, infoxicando más que otra cosa? Claro que tampoco sé si el congresista estadounidense que erró en los contenidos mostrados en su pantallazo, tal y como cuentan en El Correo, podrá achacar el error a algún colaborador (o becario, puestos ya)

También en El Correo apareció la semana pasada (lo  leí en papel, y en Internet es solo para suscriptores, así que no hay enlace) la preocupación por el uso de los grupos de Whats'App de padres y madres y su repercusión en la vida de los colegios, de docentes sobre todo, en referencia a las críticas. Y de la escasa ayuda que suponen cuando se refieren a los deberes de niñas y niños. Poco nuevo bajo el sol, salvo las consecuencias de la ya mencionada ruptura de coordenadas. Porque antes esas críticas al profesorado se quedaban en los corrillos y charlas presenciales. ¿O no? Que me acuerdo de una canción de Patxi Andión, "el maestro". Y la ayuda a los hijos e hijas... de eso creo que ya he escrito algo en estos nueve años.

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