De entradas y melones

Anastaz1a en Flickr
Fue una de esas ideas que me salen a bote pronto, tras leer un comentario (elogioso) de Guillermo Gómez en FB sobre la entrada del pasado lunes. Que las entradas son como los melones, que hasta que no las publicas --los abres en el caso de la fruta, que no va con doble intención-- no sabes cómo son, que juego y jugo te van a dar.

Hay veces en los que llevas dando vuelta a una idea, la maduras, escribes borradores en papel, lo pasas a una entrada del blog en modo borrador, la relees y la retocas, buscas alguna imagen para acompañarla, estás como obsesionado, te llega a parecer la madre de todas tus entradas... y resulta que apenas hay lectores a tenor de esas estadísticas que, como los programas del corazón en la televisión, al parecer nadie ve. Lo de tener comentarios, en todo caso, de premio Nobel casi.

Otras veces --no voy a decir que como faena de aliño, aún a riesgo de recibir crítica además por utilizar un símil taurino-, escribes algo rápido y lo publicas seguido, te parece que no tiene mucho interés y, aunque no deja de ser una entrada tuya, algo tuyo en definitiva, hasta piensas en borrarla y hacerla desaparecer del mundo blogosférico. Y resulta que no, que hasta gusta más que esa otra que con tanto esfuerzo has elaborado.

Porque, en definitiva, como escribió Sampedro, para algunas personas "escribir es vivir". Igual, haciendo caso a Cassany, ya hemos creado una palabra nueva para decir entrada, post: melón. Y nos podemos preguntar en adelante, "¿qué tal va ese melón de hoy?"... sin que ello suponga una melonada.

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